Santiago. La policía chilena detuvo a nueve personas y desmanteló una banda de tráfico de haitianos cuyo fin era salir de Chile rumbo a México y Estados Unidos, informaron este lunes la Fiscalía local e Interpol en un comunicado.
La Policía de Investigaciones (civil) desarticuló una banda que facilitaba la salida de haitianos que buscaban abandonar Chile “junto a sus familias e hijos chilenos con expectativas de establecerse en Estados Unidos”, a través de pasos ilegales desde la ciudad de Arica, en la frontera norte con Perú.
“La Fiscalía Centro Norte formalizó a nueve personas por el delito de tráfico ilícito de migrantes, quedando ocho de ellos en prisión preventiva”, agregó la nota.
La oficina de Interpol en Lyon, Francia, indicó que los arrestados eran cuatro chilenos, dos venezolanos, un peruano, un haitiano y un paraguayo, todos señalados como parte de una organización de tráfico de migrantes.
A la fecha, 267 niños chilenos menores de seis años –todos hijos de migrantes haitianos quienes habrían salido de Chile– fueron detectados por pasos irregulares en Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Guatemala y México, cuyo destino era Estados Unidos.
Algunos de los menores estaban al cuidado de otros adultos al ser abandonados o quedar huérfanos en la ruta hacia el norte.
“Es horrible pensar lo que han sufrido estos niños vulnerables, algunos de solo unos pocos años”, dijo Jürguen Stock, secretario general de Interpol.
Las autoridades sospechan que esta red de tráfico propició la salida de unos mil haitianos desde Chile por rutas ilegales con el fin de llegar a México y Estados Unidos.
Esta organización también operaba en el tráfico de migrantes venezolanos, haitianos y cubanos desde Perú a Chile, “evadiendo los controles fronterizos y policiales con grave riesgo para la salud, la integridad física y la vida de personas migrantes objeto de tráfico”, indicó la fiscalía chilena.
La captura de esta banda se produce en medio de la creciente presencia de migrantes, mayormente venezolanos, que intentan cruzar a pie por pasos clandestinos fronterizos desde Bolivia y Perú hacia Chile, lo que ha provocado protestas en ciudades como Iquique y Santiago en favor y en contra de la migración.