El ciclo alcista de la tasa clave de Banco de México (BdeM) aún no ha terminado y es probable que se produzcan uno o dos aumentos, aunque cualquier decisión de política monetaria dependerá de los datos disponibles, informó el subgobernador de la autoridad monetaria Jonathan Heath.
“Ésta es mi opinión muy personal, pues todavía no termina el ciclo de alzas. Quizás no estamos muy lejos de que terminen. Eso sí, (...) va a depender mucho de cómo vamos viendo la evolución de muchos de los diferentes indicadores”, dijo Heath a Reuters.
“Quizás deberíamos de ver uno o dos aumentos más”, agregó.
En una votación de cuatro a uno por parte de la junta de gobierno y expresando preocupación por la inflación por encima de la meta, el jueves el BdeM elevó su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos a 4.75 por ciento.
Heath votó con la mayoría a favor de subirla.
La institución central ha subido la tasa clave en un cuarto de punto porcentual en cada una de sus últimas tres reuniones de política monetaria.
Esos últimos movimientos de la tasa referencial deberían comenzar a ayudar a contener la inflación hacia finales de este año o principios del próximo, dijo Heath.
Pero el también subgobernador del banco central Gerardo Esquivel opinó que alzas de la tasa de interés son ineficientes y podrían ser contraproducentes en el contexto actual. Esquivel señaló en una presentación divulgada el lunes por la tarde por el BdeM que los aumentos en la tasa podrían ser interpretados como indicios de que la inflación observada tiene un carácter “relativamente permanente”.
El índice de precios al consumidor subió durante la primera mitad de septiembre 0.42 por ciento para alcanzar una inflación anual de 5.87 por ciento, superando el 5.59 por ciento registrado en agosto y muy por encima de la tasa objetivo del BdeM de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
Heath afirmó que para todo el noveno mes, la inflación general anual probablemente se ubicó “muy cerca” de 6 por ciento y la inflación subyacente, que excluye algunos precios volátiles como los de los alimentos y la energía, podría estar cerca de 5 por ciento.
Es probable que el indicador alcance su punto máximo en febrero o marzo y comience a disminuir en el segundo trimestre de 2022 para alcanzar su meta permanente en el tercer trimestre de 2023, apuntó.