El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados anticipó que su voto en favor de la reforma constitucional en materia eléctrica dependerá de tres factores: si beneficia al país y a la economía, si es aceptada o rechazada por la población y que haya un espacio para el diálogo.
“Trataremos de asumir una decisión histórica. Se dice ‘el PRI va a decidir la reforma’; sí, el PRI ha tomado las grandes decisiones más importantes del país y asumimos nuestra responsabilidad histórica porque no somos un partido poquitero ni irresponsable”, expuso en entrevista el coordinador de la bancada, Rubén Moreira Valdez.
Resaltó que el tricolor entrará en un “análisis profundo” de la iniciativa presidencial, “por lo que sería aventurado ahora mismo ponerse en una posición. No podemos, de entrada avalarla, pero tampoco descalificarla. Eso sería una total irresponsabilidad”.
Moreira evalúo que al tratarse de una decisión de Estado el respaldo depende de cómo reaccione la población y que se discuta públicamente “porque no podemos aceptar que es monolítica, tiene que haber un diálogo, un convencimiento a la sociedad, a los legisladores, y un debate interno en el partido”.
Expuso que su organización será determinante con el voto en cualquier sentido, y que la definición se tomará no sólo desde la perspectiva histórica priísta, sino “de los intereses del país, de qué significa la electricidad en el siglo XXI, que será el factor fundamental para el desarrollo, más que el petróleo”.
Afirmó que en este momento una postura sensata por parte de su bancada es revisar la iniciativa, “sin filias ni fobias, y a la luz de lo que somos, un partido histórico y, la verdad, un actor fundamental”.
Precisó que la definición de la bancada en San Lázaro implica un diálogo con sus aliados del PAN y PRD, “porque tenemos también un compromiso futuro en términos electorales” y porque además de la reforma en materia de electricidad se presentará una política electoral y otra para incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Acotó que los votos de los diputados priístas no dependerán de los compromisos políticos. “Lo electoral es distinto y no se puede mezclar. Es una decisión del Estado mexicano, no es sólo de los partidos. Por eso digo: revisar su contenido histórico, cómo la ve la población y si ésta dice que es buena para la nación, ¡ah, bueno!, o va a decir que es malo, ahí tomaremos la decisión”.