La apertura periodística de la caja de secretos financieros y fiscales alcanzó en México a tres segmentos bien definidos: grandes empresarios, cuyos historiales poca sorpresa provocan al saber las maniobras que realizan; a hijos y familiares de políticos del pasado, sobre todo priístas y panistas, y a figuras relevantes de la llamada Cuarta Transformación, en las cuales se ha centrado la atención mediática porque habría de suponerse que esos presuntos transformadores no recurrirían a ese tipo de prácticas, cobijadas por la legalidad pero sumamente indicativas de acciones inmorales de enriquecimiento y ocultamiento de fortunas.
El caso de mayor contundencia en cuanto al cuatroteísmo corresponde a Julio Scherer Ibarra, cuya renuncia al cargo fue confirmada el pasado 2 de septiembre, entre especulaciones sobre su salida relacionadas con el desplazamiento de sus funciones que se prefiguraba con la llegada de Adán Augusto López Hernández a la Secretaría de Gobernación, pero también respecto a la presunta persistencia de un ánimo empresarial y de litigios particulares, además de indebidas promociones electorales, todo lo cual no debería coincidir con el ejercicio de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República que con el citado Scherer Ibarra llegó a tener un gran poder.
Ha de señalarse que el columnista y conductor de programas de televisión, Hernán Gómez, señaló de inmediato esas versiones de conflicto de interés en dos entregas que ya no fueron publicadas en el diario capitalino en el que colaboraba (https://bit.ly/3ouARjP y https://bit.ly/3D5yfgv).
Otro caso grave es el relacionado con el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal, quien sustituyó en julio de 2020 a Javier Jiménez Espriú y a quien han señalado con constancia de irregularidades y favoritismos. De manera indirecta, el nombre de Manuel Bartlett Díaz aparece en relación con Julia Abdala Lemus, quien ha sido durante décadas la pareja sentimental del actual director de la Comisión Federal de Electricidad, pero sin vínculo jurídico. Y la galería la cierra el senador coahuilense Armando Guadiana, siempre enredado en conflictos político-empresariales, no sólo relacionados con la venta de carbón en el norte del país.
Del lado empresarial el desfile de apellidos corresponde a la primera línea de esa actividad: Larrea, Bailleres, Aramburuzavala, Chico Pardo, Vázquez Raña, Espinosa Abdala, “familiares de Salinas Pliego, herederos Azcárraga”, Robinson Bours, y “estructuras de familiares” de Carlos Slim Helú, Antonio del Valle Ruiz, Roberto González Barrera (ya finado), Carlos González Zabalegui y Manuel Espinosa Yglesias (también ya fallecido) (https://bit.ly/3mlrJvf y https://bit.ly/3D9Ln49).
Asimismo, hijos y familiares de políticos del PRI, PAN y Verde, como Arturo Montiel, Jesús Murillo Karam, Francisco Labastida, Marcelo de los Santos, Alfredo del Mazo Maza, Jesús Sesma y Juan Ignacio García Zalvidea. Además, “el secretario de Gobierno de Coahuila, el jefe de la oficina del gobernador Cuauhtémoc Blanco, el hermano de un ex gobernador de Yucatán y el ex mandatario priísta de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez” (https://bit.ly/3l8p5tA).
En este agitado domingo, además, se realizó una concurrida marcha contra la despenalización del aborto convocada por la Conferencia Episcopal Mexicana, con participación de grupos católicos organizados y con la mira puesta ya no sólo en los ministros de la Corte, sino de manera más marcada contra el Presidente de la República y la llamada Cuarta Transformación.
En Huauchinango, Puebla, hubo portazo en un acto del presidente López Obrador, lo cual reiteró la necesidad de más protección en torno a la figura del mandatario y permitió al tabasqueño convocar a una asamblea nacional informativa el próximo 20 de noviembre.
Y, mientras ha tomado posesión Samuel García del gobierno de Nuevo León, ¡hasta mañana, con Mario Delgado bajo críticas y acusaciones, tratando de sobrellevar el vendaval del consejo político de Morena!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero