Quito. Militares y policías tienen bajo control el sistema penitenciario en Ecuador, informó la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, quien aseguró que el país pasó de ser de tránsito a bodega del narcotráfico.
Agregó que “es la primera vez desde 2019, cuando ocurrió la primera crisis carcelaria, que las dos instituciones trabajan de manera conjunta actuando sobre la base del estado de excepción” por 60 días decretado por el presidente Guillermo Lasso el miércoles pasado.
Amparado en esa medida, el gobierno movilizó a 3 mil 600 soldados y policías para “garantizar la seguridad” en los 65 reclusorios del país, que tienen capacidad para 30 mil personas, pero que están ocupados por 39 mil.
Ecuador enfrenta desde hace tiempo una larga crisis carcelaria por diversas causas, entre ellas una guerra por el poder entre grupos criminales al servicio de cárteles del narcotráfico, incluidos los mexicanos Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Miembros de esas bandas se enfrentaron a balazos el martes en la prisión del Litoral del puerto de Guayaquil, con saldo de 119 reclusos muertos, entre los cuales había desmembrados y quemados.
En el mismo reclusorio en el que la policía dijo asumir el control el jueves, los presos volvieron a enfrentarse y atacaron con disparos a policías el sábado, cuando cuatro presidiarios resultaron heridos.
En lo que va de 2021, las revueltas carcelarias en Ecuador han dejado 238 muertos. En febrero murieron 79 reclusos en amotinamientos simultáneos en cuatro prisiones.
El papa Francisco lamentó la “terrible explosión de violencia” ocurrida en la penitenciaria de Guayaquil e imploró a las autoridades ecuatorianas mejorar las condiciones en las cárceles.