Cruz Azul recordó lo que se siente ganar. Venció apenas 1-0 a domicilio a los Xolos de Tijuana, pero es un triunfo que le ayuda a escalar en la tabla hasta la sexta posición. Mientras, los fronterizos se estancan en el fondo.
La Máquina traía a prueba y sin tregua al portero rival, Jonathan Orozco, quien estuvo a punto de ser sorprendido de forma absurda. Al salir a despejar al borde del área, el tiro le regresó por un cabezazo de Bryan Angulo; la pelota siguió una curva que casi funciona y, por muy poco, se fue desviada.
Luis Romo ya había asustado a Orozco, pero la segunda no la perdonó y a larga distancia le mandó un pelotazo furioso que dio un bote para dejar al guardameta de Tijuana sin oportunidad de evitar el 1-0 al minuto 17.
Xolos tardó más de media hora en darse cuenta de que tenía una cita en el partido. Hasta entonces la presencia celeste en el área de Tijuana era permanente; sin embargo, cuando se metieron a la disputa, pusieron en peligro a la defensa cementera.
Vladimir Loroña estuvo muy cerca del empate. Un remate de cabeza que parecía entrar a la portería de Chuy Corona dio en el travesaño, para alivio de los visitantes, pero a partir de entonces empezaron a sentir la oposición del rival. Antes del descanso, Xolos merodeó a los celestes para acariciar la igualada.
En la segunda parte, el juego parecía más equilibrado. Aunque la desventaja de Tijuana empezó a jugar a la contra como presión, estaban obligado a poner el esfuerzo para alcanzar a los celestes en el marcador.
Desde fuera del área, Esteban Pavez disparó violento, tanto, que obligó a Chuy Corona a demostrar que es un maestro en el arco, al volar sobre su costado y sacar la pelota a mano cambiada. La jugada tuvo respuesta simpática del otro arquero, Orozco, quien aplaudía lo que acababa de ver. A saber si era por el zapatazo y la atajada.
Para ilustrar la frustración, el portero de Xolos estaba desesperado por despejar, pero Walter Montoya le estorbaba con malicia; el guardameta no atinó otro recurso que darle una patada en el trasero. La acción costó una benévola tarjeta amarilla a cada uno.
En el estadio Universitario, Tigres desaprovechó su localía y empató sin goles con Necaxa, aunque se mantiene cerca de la zona para la liguilla.
Los universitarios, dirigidos por Miguel Herrera, empataron por segunda ocasión en sus últimos tres encuentros.
Tigres ahora tiene 18 puntos y se mantiene en el quinto puesto, a uno de avanzar directo a la fase final sin pasar por el repechaje.