Ciudad de México. Los partidos denominados clásicos sólo sirven para alborotar a los incautos, a los ingenuos que creen que las añejas y otrora acendradas rivalidades, cual ave fénix atravesaron impolutas el pantano del mercantilismo, del negocio que engulle sin pudor al deporte de las patadas. Los flamantes dueños de clubes aceptan la realidad con un toque de sinceridad llamándole industria del futbol, aunque una industria produce, y acá, si algo se fabrica –por ahora–, son frustraciones.
Tras el clásico nacional, que arrojó un decepcionante 0-0, ahora se suma el tapatío. El partido Guadalajara-Atlas fue una payasada; ninguno le puso seriedad. Los rojinegros se impusieron porque les regalaron un penal, pero ni ante un rival tan disminuido se motivaron para ganar con decoro. Y por otro lado, el popular equipo está en manos de un par de noveles donde uno juega de dueño y otro de direc-tor técnico. Tras la salida de Víctor Vucetich, de nueve puntos posibles sólo han sumado uno.
Eso sí, ni cómo negarlo, el Rebaño ha ganado un extraño protagonismo. Los jugadores y el técnico hablan como si acabaran de descubrir el hilo negro y llevaran el as bajo la manga, juegan impetuosos, desbocados, intentan sorprender con variantes en la formación y generan oportunidades que desperdician con esa precipitación que consume a los desquiciados, a los incapaces de darse un segundo de lucidez… Dos expulsados fue el saldo del sábado.
Tras ser eliminado en semifinales de la Concachampions, Cruz Azul obsequió otra decepción mayúscula al perder la final de la llamada Copa de Campeones ante el estadunidense Columbus Crew. Qué bueno que sus seguidores celebraron en tono apoteósico la conquista del título Clausura 2021, pues todo indica que La Máquina de Juan Reynoso está más cerca de otros 25 años de aridez que de la memorable etapa de los años 70.
Gracias a su portero y a una respetable dosis de amor propio, Pumas no se llevó una tunda mayor ante las Águilas. En tanto, la frontera vive polos opuestos. Los Xolos están hundidos en la tabla general y echaron del timón al uruguayo Dante Siboldi. En contraste, los Bravos de Ricardo Ferretti ya se la creyeron, dieron cuenta de los Rayados y aprovechan la manga ancha que brinda la competencia para acariciar zona de repesca. Toluca, aún dando tumbos, se mantiene entre los punteros.
La anterior fecha FIFA bajó las revoluciones a la ya de por sí floja Liga Mx. Los equipos regresaron a la actividad desganados, por pura inercia, basta mirar las últimas jornadas para comprobar la escasez de anotaciones, de emociones, y la abundancia de empates a cero y a un gol. Toluca, Rayados y Atlas generan expectativa porque han tenido opción de tomar la cima, pero la desdeñan y ceden comodinamente al América.
Raúl Jiménez retomó protagonismo en la liga inglesa y es el jugador más esperado en la concentración del tricolor de Gerardo Martino, que en el octagonal eliminatorio hacia Qatar va de líder y recibe el jueves a Canadá en el estadio Azteca, el domingo 10 de octubre a Honduras y cierra el miércoles 13 en Cuscatlán, ante El Salvador. Otro al que se echó de menos en septiembre fue Hirving Lozano, quien también está de vuelta, el domingo fue clave para el triunfo del Nápoles.
Aplausos merece la decisión de habilitar el circuito Sub-17 femenil. Cientos de jovencitas podrán aterrizar sus sueños con la obligación de continuar su preparación académica, además, jugadoras que fueron marginadas por su edad vislumbran una ventana para emplearse como estrategas en el deporte de su pasión, es el caso de Judith Flores, ex guardameta y licenciada en educación física, quien asumirá el timón de las adolescentes con el Club León.
La exigencia es que todos los equipos trabajen con menores de 17 años y que sean dirigidas por féminas bien capacitadas… Tigres femenil va solo; se fugó de la contienda y ahora se motiva con el reto de alzar otro título en condición de equipo invicto. Jorge Alberto Campos ha hecho buena labor para impulsar a las Guerreras y no se diga Fabiola Vargas, quien ha sacado del sótano a las Xolas.