Organizaciones sindicales cetemistas y los dueños de algunas maquiladoras en Matamoros, Tamaulipas, tratan de obligar a sus trabajadores para vacunar a sus hijos contra el Covid-19 en Brownsville, Texas, pero con un costo de hasta 50 dólares por cada menor de entre 12 y 17 años, que se descuentan vía nómina.
Susana Prieto Terrazas, abogada laboral que encabezó el movimiento de maquiladoras en esa zona fronteriza y diputada federal de Morena, denunció lo anterior e indicó que esta práctica se da en las empresas Spellman y Starkey de México, las cuales informaron en una circular interna a los obreros de un programa piloto de vacunación para mil personas de ese grupo de edad, autorizado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el documento, se aplicará la vacuna Pfizer a “todos aquellos jóvenes que sean hijos de empleados de maquiladoras en el grupo de 12 a 17 años”; se llevará a cabo en un solo día (5 de octubre) y una segunda dosis 21 días después (26 de octubre).
También al menos un padre deberá acompañar a su hijo y no se les pide visa para entrar a Estados Unidos. El costo sería de 35 dólares por cada menor vacunado en total por las dos dosis, que son “para gastos de transporte, alimentos de voluntarios y ambulancias”.
Prieto Terrazas señaló que “en unas maquiladoras les cobraron (a los obreros) 35 dólares por niño y en otras 50. Hay maquiladoras donde los sindicatos les dijeron que era obligatorio”.
En un boletín, la Asociación de Maquiladoras index Matamoros recién informó en un comunicado acerca del programa piloto. Rolando González Barrón, ex presidente de este grupo, confirmó que sí se realiza, pero no con cargo a los obreros.