San Agustín Tlaxiaca, Hgo., La presa El Durazno “renació” luego de las torrenciales lluvias que se registran en la entidad desde agosto. El embalse de 42 hectáreas, ubicado en el ejido Tornacuxtla, municipio de San Agustín Tlaxiaca, en los límites con Pachuca, es uno de los ocho de los 37 que hay en la entidad que en mayo fueron declarados totalmente secos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) .
No obstante, los lugareños aseguran que el agua se ha contaminado por los desechos provenientes de los drenajes de la localidad de Tlapacoya, ubicada en Pachuca y del fraccionamiento Paseo de los Solares, en San Agustín Tlaxiaca.
Sin embargo, los especialistas dijeron que puede desecarse otra vez por la falta de acciones de la Conagua y otras dependencias, que deberían reforestar la ribera con árboles originarios.
En entrevista, Antonio Cervantes, María Zenaida Pérez Martínez e Hilaria Hernández, presidente, secretaria y tesorera, respectivamente, del consejo de vigilancia del ejido de Tornacux-tla, explicaron que si bien la presa está a un 85 por ciento de su capacidad, el líquido está contaminado por aguas provenientes de los sanitarios del fraccionamiento Paseo de los Solares.
Explicaron que el drenaje va a dar al vaso de la presa que estaba seca, pero ahora está prácticamente lleno, y por los desechos del mismo tipo provenientes de Tlapacoya, comunidad rural de Pachuca alejada unos 10 kilómetros de la cabecera municipal.
Antonio Cervantes comentó que acudieron con “Ever Saucedo, director local de la Conagua en Hidalgo, a quien le expusimos el problema de la contaminación y nos pidió interponer las denuncias correspondientes para proceder legalmente contra los propietarios y constructores, tanto del fraccionamiento como de la comunidad de Tlapacoya”.
“La contaminación es por algo que se asemeja a una ‘nata’ o mancha negra que flota y se expande en el agua”, describió.
“Hace algunas semanas un niño se metió a nadar a la presa y al salir le salieron granitos por todo el cuerpo, probablemente por la nata de contaminantes”, agregó María Zenaida Pérez.
Por esta circunstancia, la presa no puede ser usada para nadar o hacer deportes acuáticos ni para criar bagres, mojarras o peces de otras especies, como ocurría antes de la desecación, dijo el presidente del consejo de vigilancia del ejido, quien pidió la intervención inmediata de los tres órdenes de gobierno.
El Durazno “podría volverse a secar”
Para el activista y asesor legislativo Francisco Morales Mejía, ingeniero ambiental egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), El Durazno se puede volver a secar sobre todo por la falta de árboles y arbustos en la ribera de la presa.
“Es lamentable que el módulo de Conagua esté abandonado porque pese a que la presa se había secado y es de captación pluvial o de agua de lluvia era obligación de esa dependencia investigar la causa y ver qué hacer para rescatarla.
No se requiere mucho dinero, sólo voluntad de trabajo. La clave está en cultivar árboles originarios de la región y pedir ayuda a la gente que vive en los alrededores de no derribarlos y contribuir a su desarrollo”, precisó Morales Mejía.