La recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) por gasolinas y diésel se contrajo 15.4 por ciento en términos reales entre enero y agosto de este año respecto de igual periodo del año pasado, entre las razones de la baja está la decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de subsidiar parte de este tributo para contener alzas abruptas en el precio de los combustibles, según datos oficiales.
Desde febrero pasado, el gobierno de México reactivó los estímulos fiscales que se aplican a los energéticos utilizados para el transporte, pues los precios internacionales del petróleo, que es el principal factor en el costo de las gasolinas y diésel, han aumentado.
En septiembre, el precio promedio del barril de crudo West Texas Intermediate (WTI) se ubicó en 71.55 dólares, un aumento 21.18 por ciento respecto del nivel observado en febrero pasado, cuando se encontraba en 59.04 dólares.
Sin embargo, el costo promedio del WTI ha observado un incremento de 81.59 por ciento en 12 meses, luego de que en 2020 los precios de los energéticos disminuyeron debido a la falta de movilidad de la población por la contingencia sanitaria.
Con la campaña de inoculación contra el Covid-19, que inició a principios de este año en las principales economías del mundo para luego extenderse al resto, comenzó la reactivación económica, lo cual impulsó la movilidad de la población.
El aumento de la demanda de combustibles provocó alzas en el precio del crudo.
Datos de Hacienda muestran que entre enero y agosto de este año ha recaudado por IEPS de gasolinas 160 mil 284 millones de pesos, cifra 15.4 por ciento por debajo del monto obtenido en el mismo periodo de 2020, cuando la Federación ingresó 180 mil 097 millones de pesos.
Sólo en agosto, los ingresos por el tributo aplicable a gasolinas y diésel fueron de 15 mil 843 millones de pesos, un retroceso de 37.6 por ciento frente al octavo mes del año pasado, cuando Hacienda reportó 24 mil 64 millones de pesos.
De acuerdo con datos de PetroIntelligence el precio de la gasolina mayor o igual a 91 octanos, mejor conocida como Premium, se ha incrementado 3.23 por ciento entre marzo y octubre.
El costo del diésel, que es el energético que suelen utilizar los transportes de carga y pasajeros, ha observado un aumento de 1.11 por ciento entre el tercer y décimo mes del año.
La gasolina menor a 91 octanos, identificada como Magna, ha visto un menor encarecimiento, pues entre marzo y octubre el incremento observado fue de 0.04 por ciento.
Sin embargo, el precio de los combustibles tiene la característica de ser volátil, es decir, puede presentar mayores alzas en algunas épocas del año.
Hacienda ha mencionado que la reactivación de las ayudas fiscales buscan evitar gasolinazos, como los ocurridos en 2017 tras la liberalización de los precios de los combustibles a raíz de la reforma energética de 2013, los cuales impactaron la inflación y el poder adquisitivo de la población.