La Secretaría de la Función Pública (SFP) inició este viernes las operaciones de la Bitácora Electrónica de Seguimiento de Adquisiciones (BESA), herramienta en línea con la que vigilará el cumplimiento de los contratos de bienes y servicios, podrá auditar en tiempo real el 80 por ciento del monto de las compras públicas de toda la administración federal y constituirá un repositorio digital para fortalecer la fiscalización que realiza.
Esta mañana fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo por el que se establece la obligatoriedad del registro de contratos y los lineamientos para el uso de la BESA, que entra en vigor hoy mismo.
De acuerdo con los lineamientos, es obligatorio registrar en la Bitácora los contratos mayores a 15 millones de pesos y se trabaja para que en el corto plazo se registren también las compras públicas menores a ese monto, informó la SFP en su primera comunicación en dos meses, pues desde el nombramiento de Roberto Salcedo Aquino como nuevo titular de la dependencia, esta no había emitido ningún comunicado.
La BESA es un instrumento para reducir los riesgos de corrupción e ineficiencia en las compras públicas, pues todas las instituciones de la administración pública federal y los entes públicos estatales y municipales con recursos federales dejarán una huella que permitirá auditar el cumplimiento de los contratos de adquisiciones.
En caso de que no se cumpla con lo establecido en los contratos, se contará con un sistema de alertas de supervisión para revisar posibles irregularidades que puedan ser prevenidas, investigadas y, si es el caso, sancionadas.
El desarrollo de esta herramienta de rendición de cuentas se realizó con los recursos humanos que ya dispone la SFP, por lo que no representó ningún gasto adicional, afirmó la dependencia, que agregó que la BESA retoma las mejores prácticas y recomendaciones en la materia a nivel internacional.
Corresponde a la Secretaría de la Función Pública fiscalizar, inspeccionar y verificar que la aplicación de los recursos federales en las adquisiciones sea congruente con los procesos aprobados de planeación, programación y presupuestación.
Dicha fiscalización está enfocada en las causas que generan corrupción, ineficacia, ineficiencia y la recurrencia de las irregularidades, por lo cual, la BESA es un paso más para vigilar las compras públicas, impulsar la transparencia y la legalidad de las contrataciones con recursos federales.