Madrid. La ruptura en la casa real española es total. El rey emérito Juan Carlos de Borbón, quien vive en Emiratos Árabes desde agosto de 2020 y no ha regresado a España, confirmó en entrevista a una revista francesa que no mantiene ninguna relación con su heredero, el rey Felipe VI. Incluso confirmó que ni siquiera recibió una llamada telefónica suya para felicitarlo por su cumpleaños 83, que celebró el pasado 5 de enero.
En el contexto de la publicación del libro Mi rey depuesto, de la periodista francesa Laurence Debray, Juan Carlos rompió el silencio sobre su vida privada y habló de su relación con el monarca español, quien le reprochó su actuación en los últimos años, marcada por acusaciones de corrupción, pago de comisiones ilegales por contratos millonarios y, sobre todo, una larga lista de amantes a las que también incluía en sus negocios, como la princesa alemana Corinna.
En la entrevista, de la que sólo trascendió un fragmento, el rey emérito reconoce que no sabe si volverá pronto a España: “no tengo ni idea. Algunos están muy contentos de que me haya ido”, aseguró, tras reconocer que recibió presiones para abandonar el país e irse “lejos”. Y que incluso cuando él mismo planteó la posibilidad de mudarse a Portugal, donde había vivido durante su juventud, le dijeron que no porque estaba “demasiado cerca”. Y ahora donde vive, en Abu Dhabi, “no molesto a la corona”.
El rey emérito reconoció que con su “hijo” –así se refiere ahora al actual monarca, como una manera de degradarlo, según la autora– no tiene ningún tipo de comunicación ni relación. Ni siquiera en las fechas simbólicas familiares. Las únicas personas que le han visitado en su refugio árabe son sus dos hijas, Elena y Cristina, con las que a su vez Felipe VI mantiene una relación distante, incluso áspera en el caso de Cristina por los casos de corrupción que salpicaron a su familia raíz de los turbios negocios que llevaron a la cárcel a su marido, el ex deportista de élite Iñaki Urdangarin.
De los únicos temas que no habló el rey emérito con la periodista fue de los asuntos judiciales en los que está envuelto, tanto en Suiza como en España, donde se investiga el origen de parte de su fortuna y en la que sospecha que habría incurrido en varios delitos, entre ellos desfalco al erario público, evasión fiscal y falsedad documental.