Querétaro, Qro., El panista Francisco Domínguez Servién concluyó este jueves su gestión como gobernador, dejando la capital del estado con problemas en el suministro de agua potable, que iniciaron el 10 de septiembre pasado al detenerse el bombeo del sistema de distribución hidráulico Acueducto II por un desfogue de la presa Zimapán.
Domínguez Servién se despidió el miércoles de la ciudadanía. Antes se comprometió a que el servicio del agua potable se restablecería este jueves, pero al cierre de esta edición diversas colonias de la capital queretana seguían sin recibir el líquido.
La Comisión Estatal de Aguas (CEA) reconoció que toda la ciudad fue afectada, en especial las colonias ubicadas al norte de la población, pues el fluido procedente de pozos subterráneos se entrega sólo durante seis horas diarias.
La CEA asegura que entrega el recurso a la ciudadanía por medio de pipas, pero los capitalinos afirman que no es así. El organismo sostuvo que hasta el lunes pasado había distribuido 11 mil 400 metros cúbicos de agua con 41 pipas solicitadas por habitantes en más de 6 mil 500 llamadas.
Enrique Abedrop reconoció, antes de concluir su mandato frente a la CEA, que la dependencia estaba rebasada por falta de agua en la ciudad, y que el número telefónico de atención ciudadana estaba saturado. Manifestó que la institución había atendido a 83 mil personas en 15 mil viviendas de 169 colonias, proporcionando el fluido en camiones cisterna.
Abedrop destacó que no se consideran descuentos ni compensaciones por la falta de agua debida a la suspensión de la operación del Acueducto II, al considerar que el problema no fue por negligencia de la CEA, sino producto del desfogue de 300 mil litros por segundo de la presa Zimapán que la Comisión Federal de Electricidad realiza hacia el río Moctezuma, líquido que debe retenerse durante 48 horas para no entregarla con lodos.
Del total del agua que se consume en la zona metropolitana de Querétaro, 40 por ciento proviene del río Moctezuma, y se distribuye a lo largo de 132 kilómetros de ductos para luego ser inyectada al sistema de distribución hidráulico Acuaférico; 60 por ciento restante proviene de pozos subterráneos, que no operan las 24 horas del día.