Ecatepec, Méx., El Atlas de Riesgo de Ecatepec, elaborado por la dirección de Protección Civil municipal, ha identificado siete zonas de riesgo alto y muy alto de deslizamientos, derrumbes, caídas de roca o flujos, debido a inestabilidad de laderas principalmente a lo largo de la Sierra de Guadalupe, donde habitan 10 mil 711 habitantes.
El documento, recién publicado destaca que los habitantes han edificado en lugares no propicios como debajo de taludes, en sitios en los que impiden el libre flujo de las corrientes de río, con mucha inestabilidad del terreno, sobre minas abandonadas o en donde han explotado el terreno para hacerse de material para construcción, lo que los sitúa en estatus de vulnerabilidad.
Así también, el documento enumera los polígonos: Texalpa, Viveros Tulpetlac, Las Venitas, Benito Juárez, Cerro Gordo, La Esperanza y Vista Hermosa.
Cerro Gordo, detalla el Atlas, es uno de los polígonos que concentra mayor población en riesgo y es catalogado en muy alto riesgo por caída de rocas o derrumbe, y destaca que hay cuatro mil 348 personas en vulnerabilidad, distribuidas en 80 manzanas.
En el cerro se encuentran ubicados los barrios de Bellavista, el Gallito, San Ignacio, Cerro Gordo, Santa Clara, Rinconada de Santa Clara, Buenavista, Carlos Hank González y La Palma.
“Está compuesto por rocas ígneas de composición Dacítica, este material ha sido explotado a lo largo de la historia por los pobladores de la región y se ha utilizado como agregados, mampostería y otros materiales de construcción, en la actualidad cuenta con tres zonas de explotación, la más grande está ubicada en la parte poniente y las otras dos en la parte oriente.
"Por las condiciones antes mencionadas esto aumenta el grado de peligro en el que se encuentra el polígono de estudio; se han construido edificaciones habitacionales cerca de los cortes y se han construido sin una planificación o consideración por estas estructuras. Dentro del riesgo que representa esta zona se ha detectado la caída de rocas en las zonas explotadas y deforestadas”, apunta.
Otra de las zonas de muy alto riesgo por deslizamiento de ladera, es el talud de Texalpa, donde están en vulnerabilidad 683 personas que viven en tres manzanas. Lo delimitan las colonias de Texalpa y Cuauhtémoc, sobre la calle de Ruiz Cortínez, cuyos residentes edificaron en lo que anteriormente era una mina de materiales térreos para construcción y que actualmente se encuentra abandonada.
El Atlas de Riesgo municipal catalogó el polígono de Viveros de Tulpetlac como de muy alto riesgo por deslizamiento de ladera; ahí hay 819 personas en 209 viviendas. En la zona se ubica un talud con una altura aproximada de entre 15 y 20 metros, con ángulos que van de 70 a 90°, en donde las autoridades han detectado caída de material en temporada de lluvias.
La zona de La Esperanza se ubica en los límites del Área Natural Protegida y la mancha urbana; geológicamente esta región está constituida por rocas que alcanzan tamaños de hasta cinco metros en algunas zonas. Ahí están en vulnerabilidad mil 185 personas de 13 manzanas.
En la zona de Vista Hermosa, ubicada en la parte norponiente del municipio, cuya geología está compuesta por lahares; hay mil 838 personas de 22 manzanas en vulnerabilidad. El peligro de la zona es por vuelcos o caída de rocas, con pendientes mayores de 35°. La zona más crítica cuenta con una barda de contención de 40 centímetros de espesor y 1.90 metros de altura, pero las estructuras de las casa utilizan está barda de contención como parte de las mismas.
Otro de los polígonos es Benito Juárez, compuesto por rocas de diferentes tamaños que alcanzan hasta dos metros en algunas partes. En este punto se han registrado desprendimientos de rocas de gran tamaño que han afectado algunas bardas de los domicilios.
En el polígono Las Venitas hay mil 838 personas de 22 manzanas en vulnerabilidad por flujos. Los principales peligros observados en la zona se presentan como derrumbes, caída de rocas, flujo de escombros, arrastramiento o una combinación de estos.
“Parte de la problemática presente en la zona se debe a que los colonos de esta zona han construido dentro del derecho de vía de la cañada, imposibilitando el libre tránsito aguas abajo del río, se detectaron construcciones de losa con columnas fijas al lecho del río y en temporadas de lluvias éstas colapsan provocando daños y pérdidas patrimoniales por inundaciones y el arrastre de vegetación y de rocas”, expone el Atlas de Riesgo.