Washington. La inflación anual en Estados Unidos se aceleró en agosto pero se mantuvo estable en comparación con el mes anterior, lo que indica que la subida de precios continúa moderada, según datos publicados este viernes por el Departamento de Comercio.
En comparación con agosto de 2020, el aumento de precios es de 4.3 por ciento.
La mayor economía del mundo se enfrenta a interrupciones en las cadenas de producción y distribución que provocan escasez.
A lo largo de un mes, la inflación ascendió a 0.4% sin cambios en comparación con julio, un mes que había registrado un ligero descenso respecto a junio.
El departamento señaló además que los gastos e ingresos de los hogares se encuentran en ligero aumento.
En tanto, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), que excluye los componentes volátiles de los alimentos y la energía, subió 0.3 por ciento, tras aumentar lo mismo en julio.
En los 12 meses transcurridos hasta agosto, el llamado índice de precios PCE subyacente aumentó 3.6 por ciento, igual que en julio.
El índice de precios PCE básico es la medida de inflación preferida por la Reserva Federal para su objetivo flexible de 2 por ciento. La semana pasada, la Fed elevó su previsión de inflación del PCE básico para este año de 3.0 por ciento de junio a 3.7 por ciento.
Gasto de los consumidores en EU supera las expectativas
El gasto de los consumidores estadunidenses creció más de lo previsto en agosto, pero el resurgimiento de los contagios de Covid frenó la demanda por servicios.
El Departamento de Comercio informó que el gasto de los consumidores –que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos– repuntó 0.8 por ciento en agosto, pese a un descenso de las ventas de vehículos de motor causado por la escasez mundial de semiconductores, que está mermando la producción de automóviles.
Los datos de julio fueron revisados a la baja, mostrando un descenso del 0,1% del gasto, en lugar de un aumento del 0,3% como se había informado anteriormente.
Economistas encuestados por Reuters habían previsto que el gasto de los consumidores aumentaría un 0.6 por ciento en agosto. El gasto se vio probablemente impulsado por las compras por el retorno a clases y los pagos de créditos fiscales por hijos del gobierno.
Si bien el gasto está volviendo a centrarse en los servicios en lugar de en los bienes, el recrudecimiento de los casos de coronavirus en el verano, impulsado por la variante Delta, redujo la demanda por viajes en avión y alojamiento en hoteles, así como las ventas en restaurantes y bares.
Los servicios representan la mayor parte del gasto de los consumidores. Se espera que el crecimiento del gasto se haya desacelerado bruscamente en el tercer trimestre y que recupere fuerza el resto del año.