Por tercera ocasión consecutiva el Banco de México (BdeM) elevó por decisión dividida su tasa de interés de referencia. Esta vez lo hizo en un cuarto de punto para colocarla en 4.75 por ciento ante el alto nivel de inflación. Además, pronosticó mayores precios para el cierre de año.
La determinación fue en línea con lo esperado por el mercado, pero sorprendió el voto a favor de la subgobernadora Galia Borja. En esa línea estuvo el gobernador Alejandro Díaz de León y los subgobernadores Irene Espinosa y Jonathan Heath. El voto disidente por mantener la tasa fue del subgobernador Gerardo Esquivel.
El banco central explicó que si bien se prevé que los choques que han incidido en la inflación serán transitorios, por la diversidad, magnitud y extensión en el tiempo en el que la han afectado, pueden implicar riesgos para los precios y las expectativas de inflación.
Dijo que las presiones inflacionarias globales y los cuellos de botella en la producción continúan afectando a la inflación general y subyacente, que registraron variaciones anuales de 5.87 y 4.92 por ciento en la primera quincena de septiembre, respectivamente.
“Las expectativas de inflación general y subyacente para 2021 volvieron a incrementarse, para los próximos 12 meses y para 2022 también aumentaron, mientras a largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta”, apuntó.
Pronosticó que la inflación general cerrará 2021 en 6.2 por ciento, desde 5.2 por ciento previo; además, será en el tercer trimestre de 2022 cuando regrese a su objetivo de 3 por ciento +/- un punto porcentual, y no en el segundo trimestre como esperaba.
También detectó riesgos que elevarían la inflación, como presiones inflacionarias externas, mayores costos, persistencia en la inflación subyacente, depreciación cambiaria y aumentos en los precios agropecuarios.
Anticipan más cambios
La tasa de referencia es una herramienta que usa el banco central para impulsar la actividad económica a partir de reducir el costo del financiamiento o para restringirla con el propósito de controlar un alza en la inflación, cuando la aumenta. De esta manera cumple su mandato de preservar el poder adquisitivo de la población.
Respecto del crecimiento, el BdeM sigue esperando ver recuperación durante la segunda mitad del año; pero anticipa un dinamismo inferior al potencial y diferencias entre sectores.
Analistas pronostican que el banco central seguirá elevando su tasa, y consideraron como una buena señal que sólo un integrante haya votado en contra y no dos como las veces anteriores, pues muestra un mayor consenso.
“Un mayor consenso confirma disposición en la junta por mantener el ciclo en tanto la inflación no esté alineada con la trayectoria esperada por el banco. Hay mayores posibilidades de que la tasa cierre el año en un nivel de 5.25 por ciento”, apuntó Intercam.
Respecto al pronóstico de inflación, Invex señaló que es mejor que el BdeM dé estimados realistas, aunque sean lejanos, en lugar de “patearlos de trimestre en trimestre” después de cada reunión.