Como parte del esquema de restitución de tierras y prestación de servicios básicos para las comunidades yaquis, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) invertirá 900 millones de pesos en dicha zona durante el periodo 2021-2022, sobre todo para obras hidráulicas y de infraestructura urbana.
Así lo indicó el titular de dicho organismo, Román Meyer Falcón, quien consideró que antes de concluir el presente año las mencionadas obras podrían tener ya un avance de al menos 70 por ciento, y que proyectos de este tipo sientan un precedente para que el Estado mexicano le restituya sus derechos a otros pueblos indígenas del país.
En entrevista con La Jornada, el funcionario explicó que las acciones del actual gobierno para resarcir los daños históricos que ha sufrido la etnia yaqui tienen diversas vertientes, y una de ellas es el tema del suelo, pues en los decretos emitidos en 1938 y 1997 hay más de 20 mil hectáreas que en realidad nunca se le entregaron a este pueblo originario.
El pasado martes, recordó, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó a los yaquis más de 2 mil 900 hectáreas “que fueron identificadas como terrenos nacionales y no tenían demanda o posesionarios”, pero aún falta por reintegrar la totalidad de las mencionadas 20 mil hectáreas, las cuales podrían obtenerse de terrenos baldíos, con pequeños propietarios o que le pertenezcan al Estado.
Ayer, el Diario Oficial de la Federación publicó un decreto de la Sedatu en el cual esta dependencia ordena la entrega a los pueblos yaquis de 2 mil 943 hectáreas, ubicadas en los municipios de Guaymas, Cajeme, Empalme y San Ignacio Río Muerto.
La segunda vertiente del plan de resarcimiento es el abasto de agua, en el cual trabajan de manera conjunta la Comisión Nacional del Agua y la Sedatu. Esta última ha realizado en 2021 “una inversión superior a los 300 millones de pesos para dar agua y drenaje a más de 4 mil 500 familias”.
En 2022 se destinarán alrededor de 400 millones de pesos “para llegar al resto de las comunidades que están todavía más apartadas en el territorio yaqui, y así poder cubrir 100 por ciento de la estructura urbana y rural en la que viven” los indígenas de esta región del país.
A lo anterior, manifestó Meyer, se suman un conjunto de 38 obras de equipamientos deportivos, centros de salud y rehabilitación de las “enramadas”, es decir, los centros ceremoniales del pueblo yaqui.
“Entre todo lo que estamos haciendo, al día de hoy tenemos contemplada una inversión del orden de los 900 millones de pesos; eso incluye lo hecho por la Comisión Nacional de Vivienda, que tiene más de mil 700 acciones de viviendas nuevas”, aseguró.
De acuerdo con el funcionario, en el plan de intervenciones de la Sedatu “esperamos tener un avance por arriba de 70 por ciento de las obras al cierre del año. En 2022, arrancaríamos con la segunda etapa de dotación de agua y drenaje para las comunidades más rurales, formadas por 20 o 30 casas”.