Colima, Col. Cientos de trabajadores del gobierno del estado, además de taxistas e integrantes del grupo Provida, retienen en una sede alterna del Congreso a los diputados locales para impedir que voten a favor de varias reformas, que incluyen la despenalización del aborto, la legalización de mototaxis y la composición del Tribunal de Arbitraje y Escalafón. Los legisladores, que concluyen labores hoy, denunciaron que los tienen “secuestrados”.
Cerca de la medianoche del martes, los representantes pretendían aprobar una modificación para disolver el Tribunal de Arbitraje y Escalafón, la instancia que dirime los conflictos entre empleados del servicio público y el estado.
Según Martín Flores Castañeda, dirigente del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima, esta reforma lesiona los intereses de los integrantes de ese gremio, pues se plantea crear un tribunal unitario con varias desventajas en la resolución de conflictos contra los asalariados.
Asimismo, se propuso la discusión de una reforma al Código Penal para añadir una causal más para la despenalización del aborto según la cual se permitiría esa práctica hasta las 12 semanas de gestación, motivo por el cual grupos conservadores y Provida también acudieron a la sede legislativa para impedir su discusión.
En el orden del día de la sesión ordinaria también estaba una reforma a la Ley de Movilidad para permitir la operación de mototaxis en todo el estado, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó varios artículos del reglamento de vialidad del ayuntamiento de Villa de Álvarez que permitía el servicio de estas unidades.
Por la tarde de ayer, los taxistas acordaron con los legisladores sacar del orden del día la reforma a la Ley de Movilidad; sin embargo, las otras dos reformas se mantuvieron.
Horas antes, cerca de la medianoche del martes, los manifestantes irrumpieron en el pleno y tomaron la tribuna para impedir la sesión, mientras la mesa directiva del Congreso acordó la madrugada de ayer designar el hotel Best Western, del centro histórico de Colima, como recinto oficial.
La mañana de ayer, choferes afiliados a la Confederación de Trabajadores de México bloquearon las principales calles del centro histórico, cerca de la sede alterna e ingresaron a ésta para impedir la salida de los legisladores; hubo gritos y discusiones entre los diputados de Morena, como Vladimir Parra, quien encaró al líder de los burócratas, Martín Flores Castañeda, por manifestarse “de manera violenta” para impedir la sesión.
Ana Karen Hernández, entre otras legisladoras de Morena, denunció en su cuenta de Facebook que los tenían “secuestrados” en la sede alterna y que no podían ni ir al baño. Al cierre de esta edición, los manifestantes continuaban en poder del recinto legislativo y la sesión quedó en suspenso.
La actual legislatura concluye sus trabajos hoy durante una sesión más en la que también se instalará la próxima asamblea que la sustituirá.