La recuperación de la economía en América Latina y el Caribe es una paradoja. Tras el inicio de la pandemia de Covid se están reactivando actividades, pero con brechas de género más hondas. Mientras este año se prevé que la participación de los hombres en el mercado laboral regrese a los niveles previos a la crisis, las mujeres aún cargarán con un revés de 13 años en esta materia, explicó Ana Güezmes García, directora de la división de asuntos de género en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Recalcó que antes de la pandemia las mujeres tenían una menor participación laboral frente a los hombres y se empleaban en sectores que fueron los más afectados, como el turismo, los servicios de cuidado, el trabajo doméstico remunerado y la educación. Por ello la urgencia de un pacto fiscal que repare la insuficiencia del sistema de cuidados en las economías de la región, dado que dichas tareas se dejan en su mayoría al género femenino.
La crisis lo evidenció así: 13.6 millones de personas en América Latina y el Caribe se dedicaban al trabajo doméstico remunerado, nueve de cada 10 eran mujeres. Con la pandemia, el empleo en este sector cayó en toda economía, en México lo hizo hasta en 33.2 por ciento anual durante la primera mitad del año pasado.
Por otro lado, hasta 12.2 por ciento de la mujeres que viven en hogares con niños menores de 4 años salieron del mercado de trabajo, lo mismo ocurrió con 9.4 por ciento de hombres. En las casas donde había niños de entre 5 y 15 años las salidas por género fueron de 4.6 y 1.2 por ciento, respectivamente.
Los datos ponen en evidencia que quienes se encargan de las tareas de cuidado en los hogares son las mujeres y, sobre todo, las más jóvenes, recalcó Güezmes García durante la 61 reunión de la mesa directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer, organizada por la Cepal.
Un sistema nacional de cuidados en México, que atienda tanto a la población infantil como a los adultos mayores, implicaría un aumento hasta de 5.37 por ciento en el empleo formal, por lo que invertir en él retornará como un aumento en la producción total de la economía, explicó Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
De acuerdo con lo proyectado por la funcionaria mexicana, un sistema de cuidado infantil “universal, gratuito y de calidad”, a desarrollarse en cinco años, implica una inversión de 1.16 por ciento del producto interno bruto (PIB), que generaría un retorno de 1.77 por ciento en la producción bruta y un aumento de 3.9 por ciento en el empleo formal.
Un Estado “que cuide”
Por otro lado, formalizar la atención a adultos mayores, de inicio, implicaría una inversión de 0.11 por ciento del PIB para el servicio a 680 mil personas. En cinco años el modelo requeriría 0.46 por ciento del PIB para el cuidado de 2 millones de individuos, lo que se calcula genere 819 mil empleos formales.
Durante la reunión, Gasman aseguró que Inmujeres ha empujado el diseño de un sistema de cuidados, que parte de lo que se tiene en salud, educación y bienestar social para ampliarlo y fundar “un Estado que cuide”.