Ciudad de México. Guillermo Bonfil Batalla (1935-1991) es un antropólogo que está vigente, pero no todos se han adentrado a profundidad a su obra, por lo que en muchas ocasiones se repiten lugares comunes sobre sus aportes y pensamiento, consideró la investigadora Maya Lorena Pérez Ruiz al abordar las propuestas de uno de los estudiosos más importantes en el siglo XX, incluso del siglo XXI, quien es homenajeado en su 30 aniversario luctuoso durante la 32 de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH).
La antropóloga social dictó una conferencia en la que expuso de manera detallada el trabajo intelectual del activista, creador de instituciones que revolucionaron la manera de relacionarse con las culturas populares urbanas y rurales, un pensador de utopías que también intentó llevarlas a cabo, tuvo como eje de su acción fue con una perspectiva anticolonialista y anti hegemónica.
Destacó que fue un gran académico, así como un funcionario de instituciones gubernamentales, “para muchos es una especie de mancha en su currículum, lejos de ello, para él no solamente le permitió un fuerte impacto en la construcción las políticas culturales del país, sino que desde ese trabajo generó conceptos y miradas muy especiales para comprender la realidad nacional”.
La conferencia centrada en las contribuciones a las ciencias sociales contemporáneas fue parte del segundo día de actividades en homenaje a Bonfil Batalla, antropólogo que nació en la Ciudad de México en 1935, a quien se reconoce su labor durante la feria del libro organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que inició el pasado miércoles (29 de septiembre). Un día antes, se inauguró el reconocimiento póstumo con un conversatorio en el que participaron Diego Prieto, director del INAH; el historiador Marco Barrera Bassols y el antropólogo ecuatoriano Galo Mora.
En la ponencia de Pérez Ruiz, investigadora del INAH, entre la enumeración de libros publicados por Bonfil, destacó México profundo: una civilización negada, una de sus obras más relevantes, que no es un libro de historia. “Este libro, también multi citado y pocas veces trabajado a profundidad, debe debe leerse como el proyecto político y el trabajo síntesis que plantea una perspectiva de nación”, desde ahí propone el derecho de los pueblos a ejercer una cultura autónoma y es una manera de luchar contra el universo de la cultura ajena impuesta desde los espacios hegemónicos de poder.
Lo llamó un revolucionario de las instituciones y los discursos museográficos, como hizo desde la creación del Museo Nacional de las Culturas Populares, que se abrió desde 1982 y donde impulsó la participación social para que no sean los funcionarios y los investigadores los que planteen su visión de la cultura, sino sean los sectores subalternos los que reproduzcan la construcción de los discursos.
Señaló que hay una serie de tareas: leer sus obras, repensar sus propuestas, analizar sus vigencias y actualizar su pensamiento en relación con varios aspectos. Hay elementos que deben ser recuperados y actualizados a partir de la evolución como sociedad desde las décadas de su fallecimiento.
La conferencia de la especialista en pueblos indígenas y sus relaciones con el Estado mexicano se transmitió por la plataforma de la FILAH y se encuentra en el canal de YouTube del INAH para su reproducción en el el siguiente enlace: https://youtu.be/Z50aTrNToEQ.