Moscú., El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) anunció ayer que abrió una nueva causa penal contra Aleksei Navalny y sus colaboradores más cercanos, quienes enfrentan cargos por crear y formar parte de una “comunidad extremista”, delito que se castiga en este país hasta con 10 años de cárcel.
Según el CIR, mediante un boletín de prensa que dio a conocer la noticia, Navalny (preso por violar las condiciones de la libertad condicional que se le habían impuesto por otro caso) fundó y dirigió, junto con Leonid Volkov e Ivan Zhdanov (actualmente exiliados en Europa) “no más tarde de enero de 2014, una comunidad extremista con la finalidad de cambiar los pilares del régimen constitucional, así como de alterar el orden social y socavar la integridad territorial de Rusia”.
Por “comunidad extremista”, se infiere que el CIR tiene en cuenta el Fondo de Lucha contra la Corrupción, que durante años exhibió los trapos sucios de la élite rusa. Prohibido hace poco por “desacreditar a los órganos de gobierno y sus políticas”, el fondo tenía como finalidad –se lee en el boletín– “desestabilizar la situación en las regiones por medio de acciones no autorizadas, crear ánimos de protesta en la población e inculcar la necesidad de un cambio violento de gobierno, lo cual en ocasiones derivó en disturbios masivos”, utilizando para ello medios como “el canal de YouTube de Navalny, así como las redes sociales Twitter, Instagram, Facebook y otras”.
De 2014 a 2021 –incrimina el CIR a Navalny y sus colaboradores– “los dirigentes y participantes de esta comunidad extremista de manera sistemática llevaron a cabo en los territorios de los sujetos de la Federación actividades públicas prohibidas, durante las cuales se lanzaron llamados a realizar acciones extremistas y terroristas, y se cometieron hechos ilegales que afectaron los derechos y libertades de otras personas, de igual modo que se dañaron el orden y la seguridad sociales”.
Se trata de la cuarta causa penal abierta desde que Navalny está en la cárcel. Las autoridades también quieren llevarlo a juicio por “estafa” porque –al no poder probar que era financiado desde el exterior– dicen que “se apropió de parte de las donaciones” de ciudadanos rusos que recibía su fondo, y por “ofensas” a la jueza Vera Akimova, quien lo declaró culpable de “injuriar” a un veterano de la Segunda Guerra Mundial que participó en una campaña de publicidad en favor de modificar la Constitución de Rusia.
De acuerdo con Vadim Kobsev, abogado de Navalny, ahora está pasando lo mismo que ocurrió en febrero anterior. Entonces, se abrió otra causa penal contra Navalny por crear una organización, en 2011, que, supuestamente, “atentaba contra los individuos y sus derechos”.
En palabras de Kobsev, “es como si de pronto dijeran (que Navalny) inventó la máquina del tiempo y pudo cometer 10 años atrás delitos que se le empezaron a imputar en 2021”.
Para Kira Yarmish, ex secretaria de prensa de Navalny y también exiliada, “nos están dando a entender claramente que no lo van a dejar en libertad, mientras esté en el poder (el presidente Vladimir) Putin”.
Sostiene que, con esta nueva causa penal, se pretende amedrentar a los colaboradores de Navalny que tuvieron que irse de Rusia para que no regresen y “las siguientes elecciones (las presidenciales de 2024) transcurran sin sobresaltos, de acuerdo con el guion que tienen previsto”.