El equipo femenil de Tigres está arrasando en la Liga Mx. Es bicampeón y flamante líder con 30 puntos, cuatro más que su perseguidor, las Rayadas, y a cinco de las Chivas; no obstante, acaba de sufrir hace 10 días una estrepitosa derrota ante el Houston Dash, monarca de la National Women’s Soccer League (NWSL) estadunidense por 5-1, “eso refleja la abismal distancia”, señala Armando Cardoso, dirigente de la amateur Liga Mayor Femenil.
Un torneo entre los equipos mexicanos y estadunidenses, similar al que se acaba de anunciar en varones entre la Liga Mx y la MLS a partir de 2023, “realmente se ve lejos. El balompié de mujeres de Estados Unidos le lleva unos 25, 30 años de organización al de México, por algo son las tricampeonas del mundo. La calidad de nuestro torneo ahí va, pero aún está muy distante del de nuestras vecinas”.
El directivo con más de 40 años en el balompié femenil, reconoció que en México está muy polarizada la Liga, hay una gran diferencia entre los punteros y el resto. “Para el grueso de los clubes representa un enorme sacrificio sostener a sus plantillas femeniles y muchos equipos han tomado la decisión de apoyar –como lo pide la FIFA– siempre y cuando no les exijan tener una erogación demasiado alta.
“La mayoría no tiene capacidad para pagar buenos sueldos, pues aparte de los gastos de nómina, deben solventar transportación, hospedajes, alimentación y en muchas ocasiones la renta de estadios, porque no son propios, sino de los gobiernos municipales o estatales. Son muchos gastos.
“Recordemos que el ingreso principal para los equipos de varones es el pago por derechos de transmisión de partidos, y en mujeres no todos pasan por la televisión. Además, las plantillas son de más de 30 jugadoras: las titulares, las suplentes y las prospectas… No es que no les quieran hacer justicia, pero hasta donde sé, a muchos se les hace pesada la carga.”