Antes del zafarrancho de la semana pasada que protagonizaron Saúl Canelo Álvarez y Caleb Plant en una conferencia prensa, la expectativa por ese combate era discreta. La mercadotecnia del escándalo funcionó y hoy resulta más atractiva la pelea que parecía otra de tantas de la superestrella mexicana, el próximo 6 de noviembre en Las Vegas.
Estas son las ideas de José Benavidez, padre y entrenador de David Benavidez, peleador invicto y ex campeón supermediano que aclaman como un rival en potencia para el Canelo en un futuro próximo.
“Caleb Plant va salir lastimado: directo al hospital o posiblemente al retiro”, advierte José Benavidez; “ojalá que su equipo sea responsable y no dejen que lo castiguen demasiado, porque la verdad no está al nivel de alguien como Álvarez ni tampoco de mi hijo. Es un peleador inflado que está en el camino de Saúl y éste no tiene más remedio que barrerlo”.
El entrenador tiene una opinión poco favorable para la carrera de Plant, peleador que considera sobrevalorado y ahora está ante la oportunidad de su vida, ganar una suma descomunal que no volverá a ver en su vida. Algo, como una ironía, que también puede ser su infortunio, pues se expone a un peligro muy real, los potentes golpes y la experiencia del Canelo, quien además hoy se encuentra tocado por el rencor después de aquel escándalo en la conferencia.
“Pobrecito de Caleb”, exclama; “además tiene manos débiles y la piel muy suavecita, miren nomás cómo le quedó la cara de los manotazos en la conferencia. Deben tener cuidado en su esquina y no exponerlo”.
Benavidez confiesa que antes del zafarrancho en la conferencia no tenía interés en ver la pelea. Pensaba que carecía de la emoción de lo inesperado, de la posibilidad de sorpresa. Un peleador como Plant, a quien conoce tan bien, le hacía prever el desenlace inevitable. Pero el duelo de insultos y que ofendiera al Canelo le puso un ingrediente adecuado, tal vez de morbo, pero que funciona para atraer la mirada.
“El show les funcionó, hasta yo quiero verla ahora”, ríe el entrenador; “no es culpa del Saúl, porque es el mejor indiscutible en su división y lo lógico es que quiera demostrarlo de la única manera posible, conquistando todos los cinturones de la categoría y Caleb tiene el que le falta”.
Don José respeta demasiado al Canelo por lo que ha conseguido a fuerza de disciplina en el boxeo e inteligencia en los negocios. Sabe que su hijo David, un ex campeón con buen perfil en Estados Unidos, es aclamado por aficionados como un rival “natural” del tapatío.
“Saúl quiere a los mejores y mi hijo está en esa ruta. Tarde o temprano esa pelea se dará, porque el negocio lo exige, y David sí pertenece a la élite del boxeo”, finaliza.