Los 500 años de la caída de Tenochtitlan, la gran ciudad del imperio azteca, es motivo de reflexión en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA, por sus siglas en inglés) con la exposición Mixpantli: el espacio, el tiempo y los orígenes indígenas de México, la cual subvierte el relato tradicional de la conquista para centrarse en los artistas indígenas, custodios del conocimiento.
Mapas de centros de detención para migrantes en los que murieron niños detenidos por Protección Fronteriza de los Estados Unidos o los lugares donde la policía de Los Ángeles asesinó a residentes en 2020 durante protestas y la pandemia se enlazan en los cinco siglos de historia junto a mapas an-tiguos de Tenochtitlan, los reclamos contra las concesiones reales de las tierras que documentan los llamados Mapas de merced o la creación en la cosmovisión mesoamericana que veía morir al sol cada ciclo.
Gran parte de la muestra se cen-tra en los mapas, como “instrumentos de visión, que dejan a la luz historias de un pueblo en sus tierras”, así como “una oportunidad excepcional de apreciar la cartografía indígena como una forma artística perdurable, como un archivo histórico irremplazable y una fuerte expresión de resistencia política”.
Abrirán en diciembre
El museo californiano anunció el pasado 16 de septiembre esta y otra exposición complementaria, Mixpantli: Ecos contemporáneos, las cuales se inaugurarán el 12 de diciembre en el museo de arte más grande del oeste de Estados Unidos. Son obras que des-tacan “la resiliencia creativa de artistas, cartógrafos y narradores indígenas que rehicieron su mundo para una nueva era, así como el impacto duradero de su espíritu”.
Bandera de nubes
Mixpantli, que significa bandera de nubes, fue la palabra con la que pintores y escritores de los pueblos antiguos de Anáhuac denominaron al primer presagio de la conquista. En la unión del imaginario indígena y cristiano es el símbolo de un “choque monumental” de dos mundos y la reconstrucción de un imaginario multifacético con la combinación de ambas tradiciones culturales, explicó el museo.
Tenochtitlan fue una de las ciudades más grandes del mundo entre 1325 y 1521, de asombrosa belleza y riqueza que creció a partir de una pequeña isla. Fue el eje del mayor imperio del México precolombino, que cambió para siempre a manos del ejército invasor español, apuntó el LACMA al anunciar dos exposiciones que abrirán en invierno para conmemorar el aniversario 500 del momento histórico que causó una devastación del pasado indígena y construyó sobre las ruinas la capital de la Nueva España, en lo que ahora es la Ciudad de México.
Diana Magaloni, subdirectora del LACMA, describió que la muestra establece un diálogo con 30 obras precolombinas y coloniales “para dejar luz de la resiliencia de los artistas de origen mexica bajo el dominio español y el carácter central de la cosmovisión nahua en la creación del México moderno”.
De acuerdo al museo, algo excepcional es la inclusión de un conjunto de facsímiles de mapas de los siglos XVI y XVII, creados por cartógrafos indígenas y reproducidos por Tlaoli Ramírez Téllez, artista de la Ciudad de México. Los documentos originales están resguardados en el Archivo General de la Nación de México y debido a su fragilidad no pueden trasladarse, por lo que esta es la primera vez que se muestran en un museo de arte.
Más de 30 obras, la mayoría sobre papel, plantean temas de la historia de los primeros siglos de la Nueva España, así como la im-portancia del tlatoani mexica Moc-tezuma en el relato de los últimos años del imperio azteca y la recreación del tiempo y espacio en el orden cósmico mesoamericano.
La exposición complementaria Mixpantli: Ecos contemporáneos vincula las tradiciones artísticas del pasado y del presente que muestran el impacto de la resistencia creativa indígena. Incluye siete obras recientes, la mayoría pertenecen a la colección permanente del LACMA, entre ellas, la obra de Mariana Castillo Deball Vista de Ojos (2014); las denuncias de Sandy Rodríguez, quien deja inscrito sobre papel amate la memoria social y política contemporánea, y el mapa interactivo We Are Here (Estamos aquí), producido por la organización de mujeres Comunidades Indígenas en Liderazgo (Cielo).