Tras las afectaciones en las cadenas de suministro por la pandemia; así como el debilitamiento de la demanda externa como interna, el saldo del comercio internacional de mercancías de México registró un déficit de 3 mil 902 millones de dólares en agosto, el segundo consecutivo y el más alto para un mismo mes desde 1991; con lo que se acumuló un déficit de 6 mil 870 millones de dólares en el año.

De acuerdo con el informe de la balanza comercial, que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las exportaciones totales de mercancías mostraron un retroceso mensual de 4.58 por ciento en agosto, la peor desde 2010, resultado de caídas de 4.48 por ciento en las exportaciones no petroleras y de 6.0 por ciento en las petroleras.

En tanto, las importaciones totales registraron una reducción mensual de 3.36 por ciento, la cual se derivó de la combinación de una disminución de 3.80 por ciento en las importaciones no petroleras y de un aumento de 0.18 por ciento en las petroleras, lo que sugiere una ralentización del consumo e inversión.

El déficit de 3.9 mil millones de dólares refleja una desaceleración en las exportaciones, tanto petroleras como manufactureras.

Por su parte, también se observó una contracción en la importación de bienes intermedios y de capital, lo cual refleja las afectaciones sobre el sector industrial en Estados Unidos.

Por segundo mes consecutivo, las exportaciones automotrices cayeron 4.7 por ciento mensual en agosto, lo que las ha llevado a representar 30.1 por ciento del total de las exportaciones manufactureras contra 36.7 por ciento de inicios del año y a ubicarse en los niveles promedio de 2017.

En su comparación anual, las exportaciones del sector automotriz cayeron 11.8 por ciento, debido a que la escasez de insumos electrónicos, como chips y semiconductores, ha limitado la producción y mantiene los costos de producción y precios al público al alza.

En contraste, las materias primas agropecuarias, metales y minerales siguen creciendo con fortaleza gracias a la resiliencia de la demanda agregada de algunas economías avanzadas, describen analistas.

Cadenas y retrocesos

El resultado decepcionó moderadamente frente al estimado del consenso, pues se esperaba un déficit de 2 mil 600 millones de dólares, con lo que a su vez el déficit acumulado de 6 mil 922 se aleja del pronóstico de un superávit de 5 mil 391 millones de dólares al cierre de año, aseguró Marcos Arias, analista económico de Monex.

“El dato de agosto se vio afectado por el accidente en una plataforma de gas y crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Campeche, pero también por los retrasos y complicaciones que sufrieron las cadenas manufactureras a nivel global, por lo que tanto exportaciones como importaciones tuvieron fuertes retrocesos”, describió Arias.

Para Alejandro Fuentes, analista de Actinver, la balanza comercial registró una desaceleración en las exportaciones, tanto petroleras como manufactureras. Por su parte, también se observó una contracción en la importación de bienes intermedios y de capital, lo cual refleja las afectaciones sobre el sector industrial en Estados Unidos durante la emergencia del huracán Ida.