La pandemia de Covid detuvo toda actividad que implicara lo colectivo, el uso común de espacios y la congregación. Como en todas partes, el deporte como espec-táculo y práctica social sufrió un frenazo del que intenta regresar con mucho tanteo. En este escenario, Javier Hidalgo Ponce asumió hace una semana la dirección del Instituto del Deporte capitalino. Una encomienda –reconoce– en un momento de gran responsabilidad para la salud pública y la economía de una comunidad.
“Tomamos el instituto, digamos que bien aceitado, pero con el embrague puesto; hay que acelerar poco a poco, sin soltarlo de golpe”, ilustra Hidalgo con una metáfora automotriz.
Hidalgo llegó a sustituir a Rodrigo Dosal Ulloa, pero aclara que se trata más de una entrega de estafeta en una misma dirección. Sin embargo, advierte que la pandemia puso de relieve la necesidad de reforzar la actividad física y el deporte no sólo como parte de una cultura cívica, sino como una urgencia de salud pública.
Hidalgo fue uno de los promotores de la iniciativa para la ley de etiquetado en alimentos para prevenir el sobrepeso y la obesidad; ahora, considera, el trabajo en la cultura física también debe apuntar en ese sentido.
“Además del tema en relación a la salud preventiva y lo urgente que resulta, como dejó ver esta pandemia, la actividad física y el deporte deben ser parte de una política de estado, un derecho fundamental de los ciudadanos.”
El primer acto masivo del instituto será reponer el tradicional maratón y medio maratón de la Ciudad de México, que se suspendió en 2020, y que se retomará con medidas sanitarias. Por ejemplo, límite de participantes, sólo 20 mil corredores en cada evento, prueba médica obligatoria que descarte coronavirus y el uso de cubrebocas en áreas de salida y meta.