Tras 2 mil 555 días de búsqueda, los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos señalaron que, aunque hay voluntad política del gobierno, siguen sin dar con el paradero de sus hijos. Después de una marcha por el séptimo aniversario de los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, que inició en el Ángel de la Independencia y a la cual se le permitió entrar hasta el Zócalo, Hilda Leguideño e Hilda Hernández leyeron un pronunciamiento a nombre de todos los familiares de las víctimas, advirtiendo la falta de resultados por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
“Ya llevamos tres años (de este gobierno) y no sabemos el paradero de nuestros hijos, se ha logrado identificar a dos jóvenes y van varias órdenes de aprehensión libradas contra algunos altos funcionarios que hicieron mal su trabajo. ¿Pero qué pasa con los demás jóvenes?, ¿dónde están?, ¿qué pasó con ellos?, ¿quiénes se los llevaron y por qué? Son preguntas que este gobierno no ha podido responder, por lo tanto seguimos en la incertidumbre y con el dolor insoportable que de nuestra alma a menudo pasa a nuestra mente”, dijeron.
Reiteraron que los trabajos de la FGR avanzan con lentitud, pues desde hace seis meses no ha podido ejecutar 40 órdenes de aprehensión, en dos años no han logrado traer a Tomás Zerón, ex director de la Agencia Federal de Investigación, acusado de tergiversar las pesquisas y quien se encuentra refugiado en Israel.
La movilización inició en el Ángel de la Independencia con una celebración religiosa para honrar la memoria de los 43 normalistas, así como a los cuatro padres de familia que han fallecido sin ver el fruto de la lucha por encontrar a sus hijos: Minerva Bello, Tomás Ramírez, Saúl Bruno y Bernardo Campos. “Son siete años de dolor, de sufrimiento, de lucha, de resistencia, porque no ha habido esclarecimiento para nosotros”.
Poco después de las 4 de la tarde, el contingente conformado por estudiantes universitarios, normalistas y organizaciones sindicales y populares avanzó con dirección a la Plaza de la Constitución. En su recorrido hizo una parada en el Antimonumento +43, donde los manifestantes realizaron el tradicional pase de lista de los jóvenes desaparecidos, al igual que recordaron a Daniel Solís, Julio César Nava y Julio César Ramírez, quienes fueron asesinados aquella noche del 26 de septiembre de 2014. De igual manera, nombraron a Aldo Gutiérrez, quien continúa en coma tras recibir un disparo en la cabeza.
“¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y ¡26 de septiembre no se olvida, es de lucha combativa!”, fueron algunas de las consignas que gritaron los manifestantes. Durante el avance de la movilización algunos jóvenes realizaron pintas en monumentos, vallas, paradas del Metrobús y puestos de periódico, donde plasmaron mensajes como “Ayotzi Vive”, “Ni perdón ni olvido” y “Nos faltan 43”.
Ya en el Zócalo, el mitin inició con un minuto de silencio por los padres que han fallecido sin encontrar a sus hijos. Los familiares de las víctimas expresaron que si bien con el gobierno actual parecía “que el camino hacia la verdad era más claro y despejado, a medida que pasa el tiempo se vuelve más empinado, escarpado, lleno de espinas y piedras que intentan impedir que lleguemos a nuestro objetivo”. Como ejemplo, señalaron que cuando en las mesas de negociación se plantea el tema de investigar la participación de las fuerzas armadas en el caso, las autoridades “vacilan” en hacerlo.
El gobierno capitalino informó que la marcha –que fue acompañada por un total de mil policías locales– concluyó con saldo blanco.