La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Instituto Nacional Electoral (INE) calificaron el proceso de legitimación del contrato colectivo (CCT) de la planta General Motors en Silao, Guanajuato de “inédito” en la vida sindical del país; sin embargo, dijeron, es necesario un reglamento que dé mayor certeza a las consultas debido a que el protocolo en la materia tiene “vacíos que generan cierta incertidumbre” a este tipo de ejercicios democráticos.
De acuerdo con los informes de observación entregados a Trabajo y Previsión Social, de los que tiene copia este medio, mientras el órgano electoral cuestionó que el sindicato cetemista Miguel Trujillo López “tenga la rectoría de todo el proceso” de legitimación del CCT –parte interesada en los resultados–, la OIT indicó que se desarrolló “en todo momento de manera transparente y pública por los escrutadores” del gremio.
Punto clave en reforma laboral
Como resultado de las votaciones de los pasados 17 y 18 de agosto, la mayoría de los trabajadores (55 por ciento) de la planta automotriz rechazó seguir con el CCT que ostentaba el gremio afiliado a la Confederación de Trabajadores de México.
El ejercicio representó un punto clave de la reforma laboral y del capítulo laboral del T-MEC, relativo a la libertad sindical.
De ahí que ambas instancias participaran como observadoras del proceso, a solicitud de la autoridad laboral, a fin de garantizar que se desarrollara de manera imparcial e independiente.
En su reporte de 31 páginas, el INE “identificó diversos aspectos que dotarían de mayor certeza a cualquier procedimiento de legitimación futuro. El más relevante sería la existencia de un reglamento detallado que dotara de claridad a las funciones y cargos de cada una de las partes involucradas”.
Entre las principales recomendaciones destaca “la revisión y en su caso adecuación de la normatividad aplicable”, es decir, el protocolo para la legitimación de CCT, el cual si bien establece lineamientos y características generales, “en la operación existían vacíos que generaban cierta incertidumbre en el proceso”.
Señala el documento: “la presencia excesiva de personal del sindicato. Esto se podría percibir como recurso intimidatorio o como presión indirecta sobre los trabajadores a la hora de votar”. En este sentido, la OIT reportó que “algunos manifestaron sentirse presionados para sufragar a favor del CCT”.
Sin embargo, ambas instancias indicaron que no se detectó algún acto directo de intimidación en este aspecto.