Washington. La líder demócrata del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi, dijo el domingo que confiaba en que se aprobaría esta semana un plan de gasto masivo en infraestructura, pero admitió que la votación programada para el lunes podría posponerse por diferencias en su partido.
Los parlamentarios estadounidenses tienen un regreso ajetreado esta semana, con tres proyectos de ley cruciales para el presidente Joe Biden: un plan de inversión en infraestructura de 1,2 billones de dólares, reformas sociales por 3,5 billones y una ley de financiación para evitar un "cierre", la parálisis de la servicios federales.
Con el apoyo tanto de demócratas como de republicanos, el primer componente sobre infraestructura fue aprobado por el Senado en agosto y Pelosi había prometido someterlo a votación en la Cámara de Representantes "antes del 27 de septiembre".
Interrogada el domingo en el canal ABC sobre este proyecto de ley, aseguró que sería aprobado "esta semana".
"Nunca someto a votación una ley si no tengo los votos suficientes", señaló, admitiendo las divisiones en el campo demócrata.
El ala izquierda del partido exige votar primero sobre el vasto proyecto de ley de reformas sociales, por temor a que los "moderados" se nieguen a apoyar este componente tan costoso una vez que se haya adoptado el proyecto de ley de infraestructuras.
El monto del proyecto de reformas probablemente tendrá que ser revisado a la baja, advirtió la líder de los demócratas. "Parece obvio", dijo. "No hablemos de números y dólares, hablemos de valores".
Los republicanos se oponen ferozmente a este proyecto denominado "Reconstruir mejor" por Joe Biden y afirman que se trata de gastos "irresponsables".
Para eludir el poder de bloqueo de los republicanos en el Senado, los demócratas han optado por un camino parlamentario especial que les permitirá adoptar este texto con su mayoría estrecha (50 senadores de 100 además del voto de la vicepresidenta Kamala Harris).
Pero el bloque demócrata aún está lejos de un acuerdo en torno a un texto final. Los moderados afirman que no pasarán de los 1,5 billones de dólares.
Sin embargo, si esta ley de reforma no se aprueba el 1 de octubre, el primer día del año fiscal, la financiación del gobierno federal se agotará repentinamente.
Para darse más tiempo para negociar, los demócratas de la Cámara de Representantes aprobaron un proyecto de ley que prevé extender el presupuesto actual del gobierno hasta el 3 de diciembre.
Pero este texto ahora debe ser aprobado por una mayoría de 60 votos en el Senado, y los republicanos han advertido que se opondrán.
"Es más que irresponsable", dijo Pelosi a propósito de la actitud de la oposición.