Herat. Las autoridades talibanes en esta ciudad occidental afgana mataron a cuatro presuntos secuestradores y colgaron sus cuerpos en público como advertencia para otros, señaló ayer un funcionario del gobierno local.
Sher Ahmad Ammar, vicegobernador de Herat, explicó que los hombres secuestraron a un empresario local y a su hijo y tenían la intención de sacarlos de la ciudad, cuando fueron vistos por patrullas que levantaron puestos de control alrededor de la localidad.
Se produjo un intercambio de disparos en el que los cuatro murieron y un soldado talibán resultó herido. “Sus cuerpos fueron llevados a la plaza principal y colgados en la ciudad como lección para otros secuestradores”, afirmó Ammar, quien agregó que las dos víctimas del secuestro fueron liberadas ilesas.
Mohammad Nazir, residente de Herat, relató que compraba comida cerca de la plaza Mostofiat de la ciudad cuando escuchó un anuncio por altavoz. “Cuando di un paso al frente, vi que habían traído un cuerpo en una camioneta, luego lo colgaron en una grúa”, refirió.
Las imágenes del cadáver manchado de sangre y balanceándose en la grúa fueron ampliamente compartidas en las redes sociales. El pecho del hombre tenía una nota clavada, que decía: “Éste es el castigo por secuestro”.
No se vieron más cuerpos, pero publicaciones en redes sociales dijeron que otros fueron colgados en otras partes de la ciudad. En una entrevista con Ap publicada esta semana, el mulá Nooruddin Turabi, figura importante de los talibanes, adelantó que el grupo restablecería castigos como amputaciones y ejecuciones para disuadir la criminalidad.
A pesar de la condena internacional, los talibanes han dicho que seguirán imponiendo castigos rápidos y severos a los infractores de la ley para detener delitos como el robo, el asesinato y el secuestro, que se han generalizado en Afganistán.