Pese a que las mujeres generan riqueza y son un elemento indispensable para aumentar la competitividad de los países, su principal problema es la exclusión en el mercado laboral, el cual está relacionado con estereotipos y funciones tradicionales que se le asignan por su género.
De acuerdo con el estudio: Cómo la Covid-19 alteró la movilidad social en el mercado de trabajo en México, elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (Ceey), la pandemia acentuó la exclusión laboral, principalmente para las mujeres mexicanas, aunque también los hombres la han padecido durante la crisis sanitaria.
En la presentación de dicho estudio, David Kaplan, especialista de la división de mercados laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afirmó que el indicador de exclusión laboral del Ceey muestra mayores brechas de género, ya que en el primer trimestre de 2021 hubo 7.7 millones de personas excluidas del mercado laboral; es decir, que están disponibles para trabajar, pero no buscan porque por alguna razón piensan que no hay, por su edad o su aspecto físico no lo aceptarían en un trabajo, de ellas 75 por ciento fueron mujeres.
Del subgrupo de 4.9 millones de personas excluidas y disponibles para trabajar, 69 por ciento fueron mujeres. Otro grupo importante de personas que están clasificadas como no disponibles para trabajar, debido a que no tienen a alguien que pueda cuidar a los niños, enfermos o ancianos que están bajo su cuidado, asciende a 2.6 millones de personas, de las cuales 85 por ciento fueron mujeres.
“Este último grupo casi nunca se analiza, no entra en los indicadores. Son personas que ni siquiera están disponibles para trabajar; no entran en muchos de nuestros indicadores. Sin embargo, a mi juicio, correctamente estas personas entran en un indicador de exclusión laboral. Estas personas no pueden entrar al mercado laboral por factores asociados con estereotipos de género”, precisó Kaplan.
Escolaridad, salud y edad
Las renuncias de las mujeres se dan por estos factores; mientras que sus despidos se dan por salud y edad.
Entre hombres también la discriminación es importante, no por género, sino por edad o asuntos de formación educativa y por salud. Sus renuncias se dan por bajos salarios, así como sus despidos están relacionados a su salud.
La crisis aceleró algunos cambios en el mercado laboral. La demanda nunca va a volver a ser la misma. Y es que durante la crisis los empleadores fueron más selectivos porque hubo más personas buscando trabajo, una empresa que antes pedía secundaria, ahora pide preparatoria.
“En la medida que el mercado laboral se recupere, esa situación se normalizaría; un factor importante a observar es si son permanentes o transitorios estos cambios”, resaltó el especialista del BID.
Por su parte, Marcelo Delajara, director de crecimiento económico y mercado laboral del Ceey, precisó que a causa de la pandemia, el número de personas que están excluidas del mercado del trabajo en México aumentó y se acerca a casi 8 millones.
“Es necesario entender como sociedad las grandes tendencias que nos ha traído la pandemia para encontrar soluciones que nos lleven a una recuperación más rápida del nivel y calidad de vida de los mexicanos. En particular, recuperar las posibilidades de movilidad social de los grupos vulnerables que tienen dificultad para acceder y retener su empleo”, aseveró Delajara.