La temporada de fin de año, la más importante para el comercio por el volumen de ventas, está en riesgo ante la persistencia de la crisis de contenedores, pues entre los sectores de juguetes y regalos existe preocupación por el encarecimiento y la escasez de productos, de acuerdo con la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm).
“Las afectaciones son múltiples, para todos los importadores y para los consumidores finales”, dijo Gerardo Tajonar Castro, presidente del organismo.
Detalló que en general, la interrupción del comercio es más visible en bienes intermedios procedentes de Asia, pero también productos de consumo masivo, “como el sector juguetero y el de regalos, que están muy preocupados porque viene la temporada de fin de año, van a subir de precio los juguetes y van a escasear”.
La interrupción en las cadenas globales de suministros también se ha materializado con la escasez de microcomponentes para la industria automotriz, comentó Fernando Ruiz Huarte, director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
Empresas como Audi y General Motors, entre otras, han realizado paros técnicos por la falta de componentes para ensamblar vehículos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que en agosto la producción de automóviles se redujo 21.4 por ciento respecto de igual mes del año pasado, mientras las exportaciones disminuyeron 19.5 por ciento anual.
Ruiz Huarte puntualizó que entre las afectaciones para México está el costo que empresas deben pagar por el transporte de mercancías, sobre todo porque está creciendo la importación de productos que se hacen en Asia.
Detalló que la crisis ha provocado retraso en la fabricación de mercancías, pues el esquema utilizado era “justo a tiempo”, el cual implicaba tener menos inventarios. Ahora las empresas deben contar con más inventarios para cumplir y no parar las líneas de producción.
Al problema se suman los retrasos para que las mercancías lleguen a las plantas, dijo Ruiz Huarte. Explicó que puertos, como Manzanillo, se congestionan al quedarse hasta por 15 días más los contenedores con mercancía y pasan entre ocho y 10 días más para llegar a la planta donde serán utilizados.
Tajonar Castro apuntó que si bien el problema principal es la escasez de contenedores, también se suma el poco personal que labora en puertos mexicanos, pues se redujo para tratar de evitar contagios de Covid-19.
Comentó que en los puertos se ha reducido hasta en 50 por ciento la entrada de contenedores si se compara con los niveles previos a la pandemia. Acotó que la cifra puede variar en cada terminal.
Los principales puertos afectados son Lázaro Cárdenas y Manzanillo, donde llegan las mercancías de Asia, mientras por el lado del Atlántico está Veracruz, en donde desembarcan las importaciones de Europa.