Trabajadores de la planta General Motors en Silao, Guanajuato, denunciaron que el plazo de mes y medio que la autoridad laboral otorgó para dar por terminado el contrato colectivo (CCT), ha permitido que continúen las “presiones y amenazas” en contra del sindicato Miguel Trujillo López, a fin de facilitar su reconfiguración y disputar la titularidad del convenio, a pesar de la consulta en que rechazaron seguir con ese gremio afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
El 19 de septiembre, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social resolvió cancelar el CCT que pertenecía a la organización cetemista, con efectos a partir del 3 de noviembre, para reponer el proceso de legitimación que se llevó a cabo el mes anterior.
Agrupados en el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (organización independiente con toma de nota conformada por trabajadores en activo), los obreros señalaron que “se ha intensificado el acoso” tanto en las líneas de producción de la armadora como en sus domicilios, para “presionarnos con firmar una hoja con el fin de afiliarnos” al gremio que encabeza Tereso Medina.
Alejandra Morales, secretaria general, explicó que el fin de pedirles que firmen es que el sindicato de la CTM tenga el apoyo de 30 por ciento de los obreros y así pedir al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral una constancia de representatividad, con la cual podrá disputar el contrato colectivo.