Ante la situación migratoria en la región, el presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por estar “tardando” en atender la problemática y –también en el tono de llamar la atención acerca de la ayuda internacional–preguntó: “¿dónde están los organismos de defensa de derechos humanos? No es dar la espalda, voltear a otro lado”.
En una nueva exposición sobre el tema, el mandatario fue enfático en que su gobierno no quiere que nuestro país sea campamento de migrantes, y tampoco gestiona recursos para sí mismo, porque cuenta con el presupuesto necesario para financiar su desarrollo.
Tampoco pretende tomarse la foto “recibiendo helicópteros artillados” como ocurrió en sexenios anteriores, señaló.
“Hay que atender el fondo primero, es decir, no queremos que México sea un campamento de migrantes, queremos que se atienda el problema de fondo, que la gente no se vea obligada a migrar porque, si no, continuamos con lo mismo: es retenerlos, ponerlos en albergues y no enfrentamos el problema de fondo, no se ha invertido en desarrollo”, dijo a la prensa.
Reiteró la petición de una actuación rápida de Estados Unidos para atender las causas de la expulsión de personas de su lugar de origen, en Centroamérica, y apoyar también económicamente a Haití, país “en completo desgobierno”.
Confió en la gestión y disposición del embajador del país vecino en México, Ken Salazar, para “no estar sometidos a la burocracia, a darle largas a todo y a querer resolver las cosas con medidas coercitivas”. Sin embargo, reconoció que en la nación vecina “se tardan mucho” en liberar recursos porque hay asuntos electorales y partidistas que retrasan las soluciones.