Morelia, Mich. La defensa del presunto homicida de la educadora Jessica González Villaseñor logró suspender el proceso penal al presentar dos amparos ante la justicia federal. Los familiares de la víctima manifestaron su inconformidad porque está probado que Diego Urik N fue quien hace un año ultimó a golpes a la joven de 21 años de edad.
La fiscal en Michoacán de Investigación del Delito Doloso Contra la Mujer y Feminicidio, Verónica Guzmán, declaró ante medios informativos que hay tres personas imputadas por el delito de encubrimiento, y ha recabado pruebas para obtener una sentencia condenatoria de 50 años, por el delito de feminicidio en contra de Diego, de 19 años de edad.
La suspensión del proceso penal por tiempo indefinido tiene que ser resuelta por instancias federales, ya que es por esa vía que se interpusieron los recursos jurídicos por parte de la defensa. “Ya se cumplió un año y la justicia es cada vez más lejana, y las posibilidades de que el presunto homicida salga libre son muchas, porque las autoridades de justicia se han preocupado más por los derechos del agresor que de la víctima”, subrayó, Cristo González, hermano de Jessica.
La familia del homicida es adinerada y con influencia política, por eso nos preocupa que la defensa obtenga un juicio abreviado para reducir al máximo la condena que podría ser entre 15 y 20 años de cárcel, cuando quedó demostrado que se trata de un tipo peligroso, capaz de todo, apuntó el hermano de la joven educadora.
A un año de que fueron localizados los restos de Jessica, cerca del fraccionamiento Montaña Monarca al sur de Morelia —a cuatro días de haber sido asesinada—, este sábado en la tarde se manifestarán en el centro histórico de Morelia familiares y amigos de la víctima.
La última persona con la que tuvo contacto Jessica el 21 de septiembre de 2020 fue con Diego N. Incluso al día siguiente localizaron el celular de la joven en la tenencia de Atécuaro, donde tenía su domicilio el padre del presunto agresor.
Diego huyó de inmediato luego de cometer el crimen, incluso una amiga de él lo acompañó a lavar el auto de su padre y a esconder el arma que utilizó para golpear a Jessica. El 30 de septiembre fue detenido en Jalisco, dijeron los familiares de Jessica.
Cabe señalar que se convirtió emblemático el caso de la educadora, porque desde su desaparición ha habido por lo menos 10 manifestaciones en Morelia, la última de ellas fue el pasado 21 de septiembre al cumplirse un año de su desaparición, y a la lucha de sus familiares se han sumado colectivos y organizaciones feministas que exigen se haga justicia, ante la sospecha de que las autoridades judiciales buscan proteger al presunto homicida.