La periodista Lydia Cacho lamentó que un tribunal colegiado ordenara ayer a la Fiscalía General de la República (FGR) que desactive la ficha roja que emitió la Interpol para la localización y detención del empresario Kamel Nacif, quien era requerido por el delito de tortura, cometido en agravio de la activista en 2005.
A través de su cuenta de Twitter, señaló que han sido 16 años de “batalla judicial por una magistrada corrupta” y una Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se negó a escucharla.
“Hoy la SCJN tiene en sus manos la posibilidad de proteger a las víctimas de explotación sexual y pornografía infantil, y a mi como sobreviviente de tortura o pregunto ¿liberarán también al gobernador pedófilo Mario Marín?”.