La Cámara de Diputados gastó 3.7 millones de pesos en la colocación de acrílicos en las curules de los legisladores, que fueron retirados ante la evidencia científica de que no funcionan para detener la propagación del SARS-CoV-2 y dada la posibilidad de que incluso incrementen el riesgo de contagio.
En un comunicado, la cámara señaló que de acuerdo con los estudios, en condiciones normales las partículas expulsadas por un individuo se dispersan y son transportadas por las corrientes de aire antes de ser remplazadas por aire fresco, pero con las mamparas el flujo se altera y crea “zonas muertas”, sitios donde las partículas se acumulan.
Señaló que con la información que se tiene hoy sobre la efectividad de algunas medidas para evitar la propagación del virus, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) decidió retirar el acrílico y poner a consideración su reutilización.
Entre las opciones analizadas para su uso se encuentra la de permitir la participación del artista Thierry Jeannot, quien realiza intervenciones artísticas de carácter social y medioambiental. Sin embargo, todavía se revisan alternativas para dar uso al material adquirido.
La Cámara de Diputados enumeró las medidas que ha tomado para continuar con las actividades en medio de la pandemia por el Covid-19 sin poner en riesgo la vida de las personas que diariamente laboran en el lugar. Destacó que se instaló un módulo para la toma de pruebas PCR.
A partir del 28 de agosto de 2020 éstas se aplicaron cada fin de semana al personal y diputados que ingresan al inmueble. Además, desde el 28 de agosto de 2021 empezó la toma de tests de antígenos a los legisladores.
Expuso que del 30 de abril de 2020 al 15 de septiembre de 2021 se han reportado en San Lázaro 714 casos positivos (115 diputados y 599 miembros del personal), así como 39 defunciones (una legisladora, tres legisladores y 35 trabajadores).