La Compañía Nacional de Teatro estrena dos obras. La primera, Códice Ténoch, un soldado en cada hijo, es un remontaje de la pieza comisionada hace 10 años por la Royal Shakespeare Company, mientras Musas, de Abraham Oceransky, es coproducida con la Coordinación Nacional de Teatro (CNT) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Se presentarán en los teatros Julio Castillo y El Galeón, respectivamente.
Luis Mario Moncada, autor de Códice Ténoch, un soldado en cada hijo, expresó en rueda de prensa virtual que ésta se presentó originalmente en el marco de la Olimpiada Cultural de Londres 2012, en un ciclo que tenía por objeto abordar la influencia del dramaturgo inglés en obras creadas por otras culturas. Moncada trabajó un proyecto en su haber relacionado con la historia prehispánica y la conformación de la Triple Alianza, inspirado en algunas obras de Shakespeare.
En términos generales, abarca 35 años, desde fines del siglo XIV, cuando se deshizo la alianza que existía entre Texcoco y Azcapotzalco por la ruptura previa de un matrimonio, lo que generó una crisis en toda la región y dio pie a una serie de guerras e intrigas palaciegas que se mantuvieron hasta que el pequeño pueblo tributario de Tenochtitlan entró en la disputa, logró el control, derrotó Azcapotzalco y se formó la Triple Alianza.
Para el dramaturgo, dicho periodo histórico “nos habla de manera directa porque la cultura que se creó a partir de la instauración del imperio azteca es importante para entender procesos políticos como el régimen priísta, por ejemplo”. Es una obra difícil de reponer con frecuencia debido a su dimensión: 27 elementos en escena, entre actores y músicos. Andrés Weiss, director de la puesta en escena, acotó que ésta habla de un periodo de la historia del que “no sabemos mucho por lo general, aunque ya hay más bibliografía al respecto. Son nombres, como Tezozomoc, que deberíamos tener en el imaginario colectivo, ya que marcaron nuestra historia. Entiendo este montaje como una provocación. Es bastante fiel a los hechos históricos”.
Musas, por su parte, es una obra que se enmarca en la Independencia de México, y gira en torno a un encuentro accidental, a modo de túnel del tiempo, entre Leona Vicario y Josefa Ortiz de Domínguez. Abraham Oceransky, autor y director de la obra, de hecho encontró en una lectura un pequeño pasaje en que se decía que sí se habían conocido previo a la lucha independentista, aunque se habían caído mal.
A partir de los intercambios que hacen estas dos luchadoras sobre la guerra, el hambre, la peste, “todo lo que sucede cuando la humanidad se encuentra en un proceso de reivindiación social y política, Oceransky rinde homenaje a las muchas mujeres que figuraron en la lucha rebelde, cuyos nombres han sido olvidados u opacados.
El proyecto Musas surgió hace tres años como una obra de laboratorio para cuatro actrices, cuyo desarrollo obedece a “un juego emotivo, sicológico y físico de encuentro”, explicó el dramaturgo.
También presentes en la rueda de prensa virtual, estuvieron Daniel Miranda, coordinador nacional de Teatro, y Enrique Singer, director artístico de la CNT.
Códice Ténoch, un soldado en cada hijo tendrá una temporada que comenzó este jueves y estará hasta el 31 de octubre en el Teatro Julio Castillo, mientras que la estancia de Musas en el Teatro El Galeón, del 30 de septiembre al 31 de octubre.