Nueva York. Un recluso de una crujía flotante de la ciudad de Nueva York murió ayer aparentemente tras una emergencia médica, dijo el Departamento de Correccionales municipal.
Se trata de por lo menos la doceava muerte de un detenido en la ciudad este año y la segunda de la semana, en medio de lo que algunos funcionarios electos y activistas han llamado “una crisis humanitaria” en los penales de la ciudad.
El Departamento de Correccionales municipal dijo en un comunicado que el recluso en el Centro Vernon C. Bain, una cárcel flotante en el Bronx frente al complejo carcelario de la Isla Rikers, aparentemente sufrió una emergencia médica y fue llevado a un hospital, donde fue declarado muerto a las 10:50 horas.
El comisionado de prisiones Vincent Schiraldi dijo que estaba “desolado al ver que tenemos otra muerte de un recluso, y determinado a parar esta desgarradora tendencia”.
“Estamos haciendo todo lo posible para remediar la crisis sin precedentes que enfrentamos en nuestras cárceles. Mis condolencias para los seres queridos de los individuos”, dijo Schiraldi.
El Departamento de Correccionales identificó al recluso como Stephen Khadu, quien se encontraba preso desde diciembre de 2019 por asesinato involuntario. La causa de muerte continúa bajo investigación de la oficina forense de la ciudad.
Funcionarios de la ciudad tenían información contradictoria sobre la edad de Khadu, pero señalaron que tenía entre veintitantos y treinta y tantos años.
El Centro Bain, una cárcel de cinco pisos sobre una barcaza de 190 metros de eslora, fue abierto en 1992 como alivio temporal para las atestadas cárceles municipales. Desde entonces ha sido criticado por sobrepoblación.
El sistema carcelario de la ciudad, aquejado por años de abandono, ha caído en un torbellino durante la pandemia de coronavirus, con un aumento marcado de muertes de reclusos, violencia, autolesiones y ausencias de personal.
La mayoría de los problemas se han concentrado en la Isla Rikers.
El domingo, el recluso Isaabdul Karim, de 42 años, murió en una enfermería de Rikers tras reportar que no se sentía bien, dijeron funcionarios. Recibió primeros auxilios, pero fue declarado muerto más tarde.
Al menos cinco presidiarios de Rikers se han suicidado este año, la mayor cifra desde el 2005.
El caos ha llevado a crecientes llamados a reformar o cerrar inmediatamente Rikers, que la ciudad dijo va a ser cerrada para el 2027.
El martes, los representantes demócratas Alexandria Ocasio-Cortez, Jerry Nadler, Jamaal Bowman y Nydia Velázquez enviaron una carta a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y al alcalde Bill de Blasio en la que demandaron liberar a reclusos y cerrar el complejo penitenciario.
Dijeron que las condiciones en la cárcel son “deplorables y poco menos que una crisis humanitaria”.