Washington. El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, defendió este miércoles su departamento después de que se hicieran virales unas imágenes que muestran a agentes de inmigración montados a caballo persiguiendo a migrantes haitianos en la frontera con México.
En una de las fotos, tomadas por el fotógrafo de la AFP Paul Ratje el lunes y publicadas repetidamente en medios de Estados Unidos y de todo el mundo, un jinete de la patrulla fronteriza agarra a un hombre por la camisa en el lado estadunidense del Río Grande, la frontera natural entre los dos países, cerca de Del Río, Texas.
En otra, el agente montado retiene a un grupo de personas blandiendo sus riendas en una postura amenazante para obligarlos a volver hacia México.
GALERÍA: Repatria EU a migrantes haitianos.
Las imágenes "no reflejan lo que somos como país, ni tampoco lo que es el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos", dijo Mayorkas ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
"He ordenado que se lleve a cabo una investigación de los hechos que se retratan en esas imágenes", dijo.
El resultado "impulsará las acciones que tomemos, no nos andaremos con rodeos", dijo, prometiendo un resultado "en días y no semanas".
Los críticos dijeron que las imágenes de Del Río evocan vaqueros que intentan arrear ganado o momentos de la historia estadunidense en los que la policía montada a caballo, guardias de prisiones o propietarios de esclavos utilizaban látigos contra los negros.
Estas imágenes se produjeron en un momento en que el departamento de Mayorkas lucha por detener a miles de haitianos y personas de otros países que cruzan la frontera con la esperanza de quedarse en Estados Unidos.
La Patrulla Fronteriza comenzó a deportar a los haitianos a su país por vía aérea durante el fin de semana. Pero después de que se difundieran las imágenes de los jinetes y los migrantes, miembros del Partido Demócrata del presidente Joe Biden condenaron el trato.
"Insto al presidente Biden (…) a que ponga fin inmediatamente a estas expulsiones", dijo el líder del Senado estadounidense, Chuck Schumer.
Mientras los migrantes siguen cruzando la frontera y miles acampaban bajo un puente en Del Río, Mayorkas dijo que su departamento estaba trabajando para disuadir las llegadas. "Tenemos un plan para abordar la migración en la frontera sur, lo estamos ejecutando, lleva tiempo y estamos empezando a ver los resultados", dijo al panel.
Al respecto, el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh) calificó este miércoles de cacería humana las acciones de agentes de Estados Unidos contra los migrantes haitianos que llevan días en la frontera sur.
La plataforma criticó la persecución a caballo de los guardias fronterizos contra haitianos que cruzaron ilegalmente la frontera, y pidió respetar los derechos humanos de las personas.
El Cardh recomendó al presidente estadunidense, Joe Biden, una moratoria en la deportación masiva, hasta que mejore la situación sociopolítica de Haití, marcada por el deterioro acelerado de las condiciones de vida, la inestabilidad política, aumento de la delincuencia, en particular las torturas, violaciones y asesinatos.
La organización reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos, y la libertad de cada país de definir sus políticas de migración y seguridad interior, sin embargo, se “deben respetar la dignidad humana, los principios subyacentes a los derechos humanos (igualdad, no discriminación) y la moral internacional”, aseguró.
Durante el domingo y lunes, al menos 560 haitianos fueron deportados de Estados Unidos, mientras el Gobierno confirmó que aceptaría a todos los devueltos.
Los haitianos han sido dejados en libertad “a una escala muy, muy grande” en los últios días, dijo un funcionario que cifró en varios miles, indicó Ap.
Muchos han quedado libres con un aviso para acudir en una oficina de inmigración en el plazo de 60 días, una solución que requiere menos tiempo de procesamiento para los agentes de la Patrulla Fronteriza que ordenar una aparición ante una corte migratoria, y apunta a la velocidad con la que se están moviendo las autoridades, dijo el funcionario.
Wade McMullen, abogado de la organización de derechos humanos, Robert F. Kennedy, afirmó que varios cientos de personas, en su mayoría mujeres embarzadas y padres con niños, fueron liberados en Del Río, durante los últimos días. “La gente duerme en la estación de autobuses o afuera del aeropuerto esperando su autobús o avión para reunirse con sus familiares”.
Los relatos de las liberaciones masivas, algunas presenciadas por The Associated Press, contradicen declaraciones realizadas antier por Mayorkas,k quien viajó a la ciudad y advirtió: “si vienes a Estados Unidos de forma ilegal, serás deportado, tu viaje no tendrá éxito y estará poniendo en peligro tu vida y la de tu familia”.
Las condenas al matrato a los caribeños continúan. El director del Alto Comisionado de las Naciones para los Refugiados, Filippo Grandi, se manifestó “impactado” y dijo que las expulsiones podrían violar el decerecho internaciona.
Desde Puerto Príncipe, el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos calificó de “cacería humana” la persecución a los caribeños en Del Río, y pidió una moratoria en la deportación masiva, hasta que mejore la situación sociopolítica de Haití, marcada por el deterioro acelerado de las condiciones de vida, la inestabilidad política y aumento de la delincuencia.
De igual manera un grupo de abogados haitianos basados en Estados Unidos anunció su intención de presentar acciones legales para detener lo que consideran expulsiones sumarias.
Por otra parte, unos 19 mil migrantes, "en su mayoría haitianos", están varados en un puerto del norte de Colombia en su travesía hacia Estados Unidos, informó la Defensoría del Pueblo colombiana.
Por un acuerdo entre los gobiernos de Colombia y Panamá el tránsito de migrantes se restringe a un máximo de 650 personas al día. Más de 50 mil han cruzado esa frontera en 2021.
Los viajeros deben atravesar el golfo de Urabá, un tramo marítimo de unos 60 kilómetros. También sortear la amenaza del Clan del Golfo, la mayor organización del narcotráfico en la región.
El lugar es uno de los principales puntos de tránsito de haitianos, africanos y asiáticos que buscan migrar a Estados Unidos. La mayoría proceden de Chile y Brasil, buscando cruzar hacía Panamá por la peligrosa selva del Tapón del Darién, uno de los tramos más duros del viaje a Estados Unidos.