El viacrucis continúa para los damnificados en Veracruz por el huracán Grace, que azotó a esa entidad hace un mes. Habitantes de los municipios de Papantla, Tihuatlán y Castillo de Teayo bloquearon carreteras, se manifestaron ante oficinas gubernamentales y retuvieron a trabajadores de la Secretaría de Bienestar para exigir ser incluidos en el censo de afectados por el meteoro que levantó el gobierno federal.
Lo peor es que algunos de quienes lograron cobrar apoyos en efectivo fueron víctimas de la inseguridad que prevalece en el norte veracruzano, y se quedaron con las manos vacías tras ser asaltados.
El gobernador Cuitláhuac García y el delegado de la Secretaría de Bienestar federal, Manuel Huerta, salieron al paso de las protestas. El mandatario minimizó las inconformidades y llamó a quienes encabezaron las movilizaciones “lidercillos que luego andan ahí medrando con este tipo de cosas”; mientras, Huerta dijo que se entregaron en tiempo récord 43 mil de los 65 mil apoyos programados.
Minerva Suárez, de 70 años de edad, vive en la comunidad Teayo, municipio de Castillo de Teayo, una de los 28 más golpeados por Grace, cuyos vientos arrancaron las 20 láminas que cubrían su vivienda. “Nos censaron, pero pasaron los días. Este fin de semana pagaron en el pueblo, y a nosotros no nos llamaron”, aseguró.
Suárez relató que pidió prestado. “Gasté como 20 mil pesos porque compré 22 láminas”. Señaló que el apoyo gubernamental “era una esperanza de poder recuperar un poco de lo que perdí con Grace”. Pero este lunes preguntó por el apoyo en la oficina de la Secretaría de Bienestar, y le contestaron que “no había salido sorteada”. Además, le contestaron que su casa ya estaba techada, “y sí, claro que lo está, porque ya hacía más de ocho días que había pasado el huracán cuando fueron a censar. Ni modo que me quedara con mi mamá de 95 años a la intemperie”.
Por eso pidió auxilio al presidente Andrés Manuel López Obrador: “Somos un pueblo chico y pobre. Por favor, ayúdenos”.
Damnificados de Grace en Castillo de Teayo no beneficiados por el censo retuvieron ayer a un trabajador de Bienestar. En Papantla, habitantes protestaron en las oficinas regionales de la dependencia y el fin de semana pobladores perjudicados cerraron la carretera Gutiérrez Zamora-Poza Rica.
Sobre las movilizaciones, el delegado Huerta indicó que se atiende “a esta gente siempre y cuando demuestren que efectivamente sufrieron alguna afectación grave”. Destacó que “actores políticos” aprovechan “para obtener beneficios personales'” y advirtió que “nadie va a medrar con la desgracia ajena”.
Sobre los robos a beneficiarios del censo, el gobernador García apuntó que se reforzó la seguridad en el norte de la entidad, pues entre viernes y sábado anteriores hubo cuatro robos en Papantla y uno en Poza Rica.
En este contexto, el gobierno de Jalisco terminó este lunes el padrón de afectaciones en viviendas a causa del huracán Nora, que a finales de agosto pasado arruinó parte o todo el menaje de 3 mil 157 casas, que será repuesto a los damnificados con una inversión cercana a 68 millones de pesos.
El gobernador Enrique Alfaro, emanado del partido Movimiento Ciudadano, expuso que su administración dispone de 30 millones de pesos para apoyar a familias afectadas, y gestionará esta semana los otros 38 millones de pesos con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Adelantó que también solicitará al funcionario al menos 200 millones de pesos para pagar el deducible del seguro contra catástrofes que el gobierno jalisciense contrató para reparar infraestructura, lo que costará unos 650 millones.