Ciudad de México. El primer combate entre Saúl “Canelo” Álvarez y el estadunidense Caleb Plant ya ocurrió. No fue en un cuadrilátero, sino en la primera conferencia de promoción para el duelo por la unificación de los títulos de peso supermedio.
Los insultos brotaban de uno y otro lado de la mesa en la conferencia. Todo estaba bajo el formato clásico de la provocación que antecede estas rivalidades. Pero a la hora del cara a cara, Canelo no pudo contenerse y empujó con fuerza al estadunidense, quien respondió con un golpe. El tapatío le asestó un puñetazo que le dejó una pequeña herida en el pómulo.
El combate siguió con las palabras. Caleb Plant recordó el incidente con Óscar Valdez -positivo en un control antidopaje- para poner en duda la credibilidad del equipo del Canelo. Ahí lo insultó al llamarlo “hijo de puta”, esto hizo rabiar al mexicano.
“A mí puedes decirme lo que quieras, pero con mi mamá no te metas”, respondió verdaderamente ofendido; “si se meten con mi familia, yo tendré que hacer lo que tengo que hacer. Voy a noquear a este tipo en ocho asaltos”.
Canelo insistió que seguirá escribiendo su propia historia y la de México en el boxeo. Más allá de la trifulca su meta es instalarse en la memoria de este deporte: conquistar el cinturón FIB que hoy posee Plant. El único título que le falta pues ya tiene el del CMB, AMB y OMB.
“Disculpen por lo que pasó”, dijo Canelo al despedirse; “nos vemos el 6 de noviembre en Las Vegas”.