Uno de los más grandes boxeadores recientes, el filipino Manny Pacquaio, dice que su carrera en el cuadrilátero ha terminado. Lo sostiene en un programa en Youtube a propósito de su candidatura a la presidencia de Filipinas.
El ex campeón en seis divisiones distintas –conquistó dos categorías más, pero de organismos no reconocidos– dijo de manera literal que su carrera en el boxeo ha terminado. No tanto por su futuro político, sino porque su familia se lo pide.
“Mi carrera de boxeador ya ha terminado”, aseveró el filipino; “he estado demasiado tiempo en el boxeo y mi familia ya me ha dicho que es suficiente, que debo ponerle fin. Lo hacía porque me apasionaba”.
Desde distintos frentes del mundo del boxeo hay personajes que aún no aceptan estas palabras como una declaración oficial de retiro; si acaso, lo consideran una pausa en su carrera. Pero la declaración del filipino y su próxima campaña presidencial disipan algunas dudas.
El domingo, Pacquiao anunció que contendería por la presidencia de su país en las elecciones de 2022. Será postulado por el partido PDP-Laban, que en su convención del fin de semana hizo el anuncio. Ahí, el boxeador habló de su compromiso político, el cual tiene como antecedente su gestión como senador.
“Soy un luchador y siempre seré un luchador dentro y fuera del ring”, dijo Pacquiao, de 42 años, en su discurso.
“En nombre de nuestros compatriotas que durante mucho tiempo han deseado el cambio correcto en el gobierno, espero de todo corazón, con valentía y humildad su apoyo”, agregó.
Pacquiao ha acusado al gobierno de Rodrigo Duterte, su ex aliado, de empeorar la corrupción en las Filipinas.
A los detractores que cuestionan sus méritos, el boxeador ha dicho que su propia experiencia al crecer siendo pobre le ayudará para gobernar el país. Añadió que combatirá la pobreza y la corrupción.