La modificación a la norma oficial 001 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que regula los límites de contaminantes en las descargas de aguas residuales en lagos y cauces, busca mejorar su calidad y salud, ya que muchos están altamente contaminados: los ríos Lerma, Santiago y Tula son algunos ejemplos. La industria tendrá que modificar sus procesos y tratar el líquido, sostuvo Tonatiuh Herrera, subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental.
Ante el rechazo a la regulación por parte de representantes de los sectores industrial, agropecuario y la propia Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento, en entrevista, el funcionario precisó que ésta envió comentarios: “la industria fue consultada y hubo votos a favor” de los cambios a la regulación.
Explicó que la NOM data de 1996, llevaba un cuarto de siglo sin actualizarse, y ahora se establecen parámetros como el color verdadero que se descarga, sobre todo de la industria textil y alimenticia, así como otros rubros, para que cuando se hagan las pruebas de toxicidad sea posible determinar si es viable la vida acuática.
Hay industrias que tienen programas de apoyo a la reforestación, “plantar árboles en zonas urbanas es bueno, pero no es su responsabilidad primordial. Ésta se vincula con sus procesos de producción. Se trata de planear, invertir y diseñar los productos, que si no los atiende está haciendo relaciones públicas, no los temas que son importantes (para las empresas) y están bajo su responsabilidad”.
Herrera agregó que las labores de la norma no son recientes, pasaron por cuatro grupos de trabajo, se discutieron, se publicaron los comentarios, se formaron agrupaciones para establecer los nuevos parámetros a incorporar, se votó y el resultado fue favorable. Se trata de un elemento de la política que debe permitir que quienes están obligados a su aplicación, tengan un instrumento adecuado.
El funcionario dijo que se ha reunido con representantes de la industria farmacéutica, cosméticos, la Concamin y la Coparmex, “escuchamos sus inquietudes y muchos dijeron que tenían parámetros más altos de lo que establece el proyecto de la norma”. Ahora, antes de su publicación en el Diario Oficial, se trabaja sobre los transitorios para definir el periodo de ingreso de los nuevos parámetros.
Herrera señaló que no necesariamente se requieren plantas de tratamiento, “muchas se hicieron y no funcionaron. Puede ser la planta u otros dispositivos, la propia infraestructura, pero al final todos tendrán que tratar sus aguas. Tenemos que encontrar no solamente los aspectos normativos adecuados para el país, sino también modelos de solución distintos. La inversión es en nuevos procesos, menos intensivos en el agua, menos contaminantes”.
Apuntó que se debe revisar cada rama del sector industrial, ya que son distintas entre sí. Se refirió al planteamiento de que la norma es violatoria a los acuerdos internacionales, pero éstos hablan de la protección del medio ambiente, “en el T-MEC nosotros somos soberanos en el tema de protección ambiental”. Con la aplicación de la norma, se podría tener un mejor futuro para los cuerpos de agua, si bien no es algo instantáneo, pues además se requieren nuevas inversiones, señaló.