Ciudad Juárez, Chih., El obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, ofició una misa para conmemorar la 107 Jornada Mundial del Migrante y Refugiado. El jerarca católico pidió a los alrededor de 340 migrantes presentes en la ceremonia tener fe y no desanimarse en la búsqueda de mejores condiciones de vida.
El servicio religioso se celebró ayer en la Casa del Migrante que auspicia la Iglesia católica, ante 340 personas de diversos estados de la República y de varias nacionalidades. “Esta jornada nos invita a tener esa actitud de cercanía, de caminar juntos como Iglesia, de la mano en solidaridad por nuestros hermanos migrantes”, afirmó Torres.
Expuso que actualmente se vive a escala mundial una crisis humanitaria, lo que ha propiciado que “mucha gente se aparte de Dios, y no haga caso a su llamado de servicio y amor al prójimo”.
En su sermón, invitó a los feligreses a apoyar a los indocumentados, “servir a Dios en cada uno de nuestros hermanos, al más débil, al enfermo, al que ha perdido a un ser querido, a los migrantes y refugiados”.
Afirmó que en Tapachula, Chiapas, se padecen situaciones dramáticas entre personas que pretenden cruzar México y llegar a la frontera para internarse en Estados Unidos.
Exigió que “el compromiso de servir” se concrete todos los días, y llamó a los católicos a abrir sus corazones. El obispo agradeció a las instituciones y voluntarios que se suman en pro de los migrantes, quienes “han entendido el llamado de servicio”.