Luego de la intervención de carabineros italianos el pasado 16 de septiembre para detener una subasta de bienes arqueológicos mexicanos que se realizaba en Roma, en la casa Bertolami Fine Arts (La Jornada, 18/9/21), una ola de nerviosismo se expande entre las subastadoras de varios países.
Por ejemplo, la empresa de remates en línea estadunidense Bidsquare avisó a sus compradores que “debido al incremento de confiscaciones en aduanas australianas y alemanas, incluso para los artículos con procedencia pre-Unesco”, ya no enviarán la mayoría de antigüedades y arte chino antiguo a esos países.
La filial parisina de Christie’s realizará el 10 de noviembre una subasta de arte precolombino y obras maestras taínas de la Colección de Arte Fiore, sin embargo, contrario a su costumbre de revelar con meses de anticipación los detalles de los lotes, ahora los catálogos de las piezas en venta aún no se encuentran disponibles al público a pesar de la proximidad de la venta.
La subasta que sigue en pie es la del 23 de septiembre de la galería estadunidense Artemis, que realizará una “liquidación precolombina, asiática y etnográfica” a través de la plataforma Bidsquare, entre cuyos lotes se hayan algunas piezas de la cultura maya.
Destaca una máscara de piedra verde con orejeras, el lote 30, descrita como parte de esa cultura del sureste de México, sin especificar su origen exacto y por la que esperan recibir entre 15 mil y 22 mil 500 dólares. Se informa que antes de formar parte de una colección privada de Hawai, fue adquirida entre 1950 y 1960, sin más datos.
Otra de las piezas ofrecidas es descrita como “cabeza maya de Quetzalcóatl, con testa humana en la boca”, de la que tampoco se especifica el origen exacto. Se dice que también procede de una colección privada de Hawai y que fue adquirida entre 1950 y 1970. Por ella se esperan recaudar entre mil 900 y dos mil 850 dólares.
Además de otras piezas mayas y provenientes del territorio que actualmente ocupa Jalisco, en México, y de países como Chile, Perú y Argentina, se ofrecen obras procedentes de África.
La poca regulación internacional que persiste en la venta de obras catalogadas como parte del patrimonio nacional de diversos países ubicados en los que fue Mesoamérica, hace posible que incluso los motores de búsqueda de los navegadores de Internet sugieran el acceso a varios portales digitales de venta en línea de piezas precolombinas a los internautas que indagan sobre el tema de subastas.
Un caso emblemático de esos portales que recomiendan “mercancías” de arte mesoamericano es Artsy, agencia de corretaje en línea estadunidense que desarrolla y aloja sitios web para numerosas galerías, como Barakat y N2, las cuales ofertan de forma permanente más de 200 piezas precolombinas.
La obra con el precio más alto estimado a la venta en estos momentos es la escultura de una mujer sentada, proveniente de Nayarit, valuada en 28 mil dólares (unos 560 mil pesos), seguida por piezas de hechuras mezcala, mixteca, maya, moche (Perú), tasadas en 24 mil dólares cada una. Todas pertenecen a la galería Barakat.
La puja que tiene programada la casa alemana Gerhard Hirsch Nachfolger, como reportó La Jornada (9/9/21), también continúa sin cambios para este martes, a pesar de que los gobiernos de México y Guatemala la denunciaron como ilegal y probablemente fruto del saqueo.
En la actualidad existe una investigación abierta por las autoridades aduanales del estado de Baviera para verificar las condiciones de ingreso a Alemania de las piezas prehispánicas de la venta, entre las que se encuentran 67 lotes provenientes del territorio que hoy es México. Destacan en ella varias piezas descritas como olmecas y cuyo valor estimado es de 209 mil euros (casi 5 millones de pesos).
Las secretarías de Relaciones Exteriores y Cultura federal, así como el Instituto Nacional de Antropología e Historia agradecieron al gobierno de Italia detener la venta de bienes culturales, del 16 de septiembre.
La titular de Cultura federal, Alejandra Frausto, reconoció las oportunas gestiones tanto del embajador de México, Carlos García de Alba, como del general Roberto Riccardi, jefe del Comando de Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural de Italia, agrupación que aseguró todas las piezas, bloqueó aquellas que no habían sido subastadas e impidió la entrega de las que ya habían sido asignadas.
La funcionaria dijo, a través de un comunicado, que este aseguramiento “es fruto de la diplomacia cultural, del diálogo y del trabajo permanente de dos naciones que reconocen en su patrimonio uno de sus mayores tesoros, símbolos de su historia, de su identidad y de lo más sagrado que tienen sus pueblos”.
Afirmó que se mantendrá “una lucha frontal contra el tráfico de bienes culturales; la venta de estas piezas, ante las leyes mexicanas constituyen un delito, y así lo haremos saber dondequiera que se pretenda lucrar con nuestro patrimonio”.