Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a los países integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) avanzar hacia un tratado económico continental, que incluya a Estados Unidos y Canadá, similar al que dio origen a la Unión Europea (UE), bajo la premisa de fortalecer la integración productiva y económica, con dimensión social y respeto a la soberanía de cada nación.
Se trata de “ir hacia la modernidad, pero forjada desde abajo y para todos”, con el criterio de que “el progreso sin justicia es retroceso”, expuso al inaugurar la sexta cumbre de la Celac.
El Presidente de México resaltó que “es el momento de terminar con el letargo y plantear una nueva y vigorosa relación, de sustituir la política de bloqueos y de malos tratos por la opción de respetarnos, caminar juntos y asociarnos por el bien de América, sin vulnerar nuestras soberanías”.
En su discurso en este cónclave realizado en Palacio Nacional, explicó que la integración de los pueblos del continente “puede convertirse en una realidad, si pensamos y acordamos sobre tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación”.
El primer eje requiere el compromiso de “respetar las decisiones internas de los pueblos, que ningún gobierno se arrogue la facultad de someter a otro país bajo ningún motivo, causa o pretexto o mediante la utilización del dinero, la propaganda, las sanciones económicas o el uso de la fuerza”.
Planteó, en ese sentido, que “las controversias sobre democracia y derechos humanos se diriman, a petición de las partes, en instancias verdaderamente neutrales, creadas por los países de América y que la última palabra la tengan las agencias especializadas de la Organización de Naciones Unidas”.
En su calidad de anfitrión, el Presidente de la República planteó reactivar a la brevedad la economía del continente americano para producir lo que se consume en la región y para ello llamó a la Cepal y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a contribuir en la elaboración conjunta de un plan, con el propósito de promover la comunidad económica, financiera y comercial de los países de América.
“Las ventajas son muchas. Entre otras, contamos con fuerza de trabajo joven y creativa, hay buen desarrollo tecnológico, somos un continente rico en recursos naturales, con una amplia diversidad cultural, las distancias entre nuestros países nos permiten ahorrar en fletes y, reitero, existe suficiente demanda de mercancías en nuestros mercados.”
En su discurso, el presidente López Obrador refrendó el exhorto a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá a invertir en proyectos que promuevan la creación de empleos y oportunidades en la región latinoamericana, a fin de reducir e incluso terminar con la migración forzada.
¿Acaso no tendría el presidente Biden el apoyo del Congreso de Estados Unidos para destinar recursos en beneficio de los pueblos de nuestra América y reducir la desigualdad y la violencia en la región, causas principales de desasosiegos sociales y de flujos migratorios?, preguntó.
Un acto de buena voluntad de las potencias económicas sería “otorgar vacunas a la mayoría de los países de América Latina y el Caribe que no han podido proteger a sus pueblos frente al Covid-19 por falta de recursos económicos”.
Antes de su participación en esa sexta cumbre de la Celac, López Obrador sostuvo una reunión bilateral con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a la que asistieron el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena Ibarra, entre otros.