La jerarquía católica del estado de Michoacán advirtió que muchas de sus diócesis en esa entidad se encuentran en regiones de extrema violencia e incluso “sufren la dominación” de grupos criminales, por lo que llamaron a las autoridades a facilitar la salida de la población afectada y atender a las familias víctimas de desplazamiento.

En una carta firmada por el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, así como por los obispos de otras ciudades, se subrayó que “las violencias se manifiestan en todas las diócesis de maneras diversas”, como lo demuestra el hecho de que la capital del estado, además de Uruapan, Zamora y Jacona, “se encuentran entre los 50 municipios más violentos de México”.

Por lo que se refiere a la zona de Tierra Caliente, lamentaron los dirigentes religiosos, “especialmente las poblaciones de Aguililla, Coalcomán y ahora Tepalcatepec sufren la dominación y las disputas territoriales de grupos armados”.

Ante dicho escenario, los obispos firmantes “expresamos nuestra preocupación, nuestro enorme dolor ante tanto sufrimiento”. Asimismo, convocaron a una jornada de oración el próximo en todas las misas de las iglesias del estado.

En ese marco, llamaron a los diferentes niveles de gobierno y a la sociedad civil a “encausar el conflicto armado por medio del diálogo y no a la militarización o intervención, como varios actores solicitan”, además de construir “corredores de paz” mediante los cuales se asegure que la población acceda a servicios de salud, educación y trabajo.

De igual forma, pidieron que se atienda a la población desplazada “con víveres y otros materiales”; facilitar la salida de gente “que está en medio del conflicto” e “impulsar una estrategia de generación de condiciones mínimas de seguridad para activar las economías locales”.