Del Río, Texas., Funcionarios estadunidenses afirmaron que, en los próximos tres días, planean acelerar los vuelos de deportación para algunos de los miles de migrantes haitianos reunidos en esta ciudad fronteriza con México. Un sheriff local dijo que en total hay más de 13 mil 700 indocumentados, muchos de ellos haitianos. El viernes, el alcalde de esta ciudad, Bruno Lozano, habló de 10 mil 500.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó en un comunicado fechado el viernes que había trasladado a unos 2 mil migrantes de Del Río a otros lugares para procesarlos y llevar a cabo una posible expulsión.
Agregó que el lunes pasado por la mañana, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos desplegó 400 agentes en el área de Del Río y que enviará más.
La dependencia ya había indicado que una vez atendidos, “la gran mayoría de los adultos que llegan solos y muchas familias continuarán siendo expulsados bajo el Título 42”, normativa de salud adoptada al inicio de la pandemia para frenar la propagación del coronavirus.
“Quienes no puedan ser expulsados por esta ley y carezcan de una base legal para permanecer serán colocados en procedimientos de deportación acelerados”, aseguró.
Un funcionario estadunidense que requirió el anonimato dijo el viernes que el número de vuelos dependerá de la capacidad operativa y de la voluntad de Haití, pero que se observaba un “buen avance”.
Los planes aún no se han detallado; no obstante, se presume que habría entre cinco y ocho traslados diarios que comenzarán este domingo, según la fuente. Otro funcionario gubernamental anónimo, dijo que calculaba que cuando más habría dos diarios y que a todos los migrantes se les harán pruebas de Covid-19.
Cerrarán cruces
Las autoridades estadunidenses cerraron el paso al tránsito de vehículos y personas en ambos sentidos en el único cruce fronterizo en Del Río. La Oficina de Aduanas dijo que cerraría el cruce en la frontera con Ciudad Acuña, México.
Los haitianos cruzaron el río Bravo con agua que les llegaba hasta las rodillas, algunos con niños pequeños sobre los hombros.
Al no poder comprar provisiones en Estados Unidos, regresaron brevemente a México en busca de alimentos y cartones para establecerse debajo o cerca del puente en Del Río, ciudad de 35 mil habitantes.
Montaron carpas y construyeron refugios improvisados con carrizo. Muchos se bañaron y lavaron ropa en el río. Los guardias fronterizos aseguran haberles distribuido agua potable, toallas y dispuesto baños portátiles.
La gran mayoría de quienes estaban en la zona del puente el viernes eran haitianos, dijo el juez del condado de Val Verde, Lewis Owens, cuya jurisdicción incluye a Del Río. Algunas familias llevan hasta seis días bajo la construcción y al menos dos mujeres han dado a luz, incluida una que dio positivo a Covid-19 tras ser llevada a un hospital, añadió Owens.
El sheriff del condado de Val Verde, Frank Joe Martinez, calculó que la multitud era de 13 mil 700 personas.
El plan final de vuelos de deportación, aunque potencialmente masivo en escala, depende de la forma en que respondan los haitianos.
Podrían tener que mantenerse donde están, a riesgo de ser devueltos a su empobrecida patria, destrozada por la pobreza, la inestabilidad política y un terremoto reciente, o volver a México. Los niños que viajan sin compañía de un adulto están exentos de las expulsiones expeditas.