Chilpancingo, Gro., Unos 40 negocios dedicados a la venta de masa y tortillas en Taxco de Alarcón, al norte del estado de Guerrero, pararon labores este sábado en protesta porque presuntos miembros de La Familia Michoacana les advirtieron, bajo amenaza de muerte, que debían subir el precio del producto básico de 26 a 36 pesos el kilogramo.
Afiliados a la Unión de Propietarios de Máquinas Tortilladoras Grupo Taxco manifestaron que los tres niveles de gobierno no han hecho nada, a pesar de que están enterados de que los grupos delictivos aumentaron las cuotas del pago de piso o extorsión.
Anunciaron que a partir de este sábado ya no abrirán sus negocios, porque ni la policía estatal ni la Guardia Nacional, y mucho menos el Ejército Mexicano, han querido intervenir.
De unos 105 mil habitantes, Tax-co está gobernado por el panista Marcos Efrén Parra Gómez; junto con Acapulco y Zihuatanejo, forma parte del llamado triángulo del sol.
Durante el reciente asueto por las fiestas patrias hubo una derrama económica importante proveniente del turismo. La zona se la disputan los grupos delincuenciales Familia Michoacana, Guerreros Unidos y el cártel Jalisco Nueva Generación.
Desde temprano se pudo observar a los turistas y a los taxqueños en general hacer largas filas en tiendas departamentales como Chedraui y Bodega Aurrerá para conseguir al menos un kilo de tortilla. Al mediodía, dijeron vecinos contactados por teléfono, ya había desabasto del alimento; incluso las señoras que venden tortillas hechas a mano en el mercado central y en algunos puntos de Taxco, habían terminado de venderlas desde temprano.
“Se vive un caos en Taxco de Alarcón, queremos que intervenga el gobernador Héctor Astudillo y el presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a que hasta el pan Bimbo y las tortillas de harina se están acabando”, dijo uno de ellos.